La inconformidad y la confrontación interna por las que atraviesa la derecha en Nicaragua, quedaron nuevamente reflejados con el anuncio de la creación de un llamado Tribunal Electoral Cívico, mismo que impulsará unas elecciones primarias en respuesta a las agrupaciones electoreras que encabezan el PLC y el PLI de elegir por su cuenta y al “dedazo” a su candidato presidencial.
Este “proyecto democrático” es impulsado por el grupo de la “sociedad civil” Hagamos Democracia y es el resultado de los conflictos que tuvo ese exaliado de la coalición PLI con Eduardo Montealegre y sus allegados, tras decidir entre ellos que la elección de la fórmula presidencial para los comicios del 2016 sería escogida de “consenso”, es decir, que se aplicaría el “dedazo”.
Suspicacias por origen del dinero
Esta disposición fue rechazada por Hagamos Democracia, organismo que puso a la orden de Montealegre y su gente la cantidad de 300 mil dólares para realizar unas primarias, pero como respuesta ganó la exclusión, además del entredicho sobre la veracidad de la existencia de ese dinero y de ser así, la suspicacia sobre la procedencia de esa plata.
Sobre este último, Montealegre no fue muy específico a lo que se refería con la procedencia, al menos en sus declaraciones públicas, pero lo cierto es que esos 300 mil dólares pudieron provenir de los 40 millones de dólares que admitió la ex embajadora USA, Phyllis Powers, distribuyó en los últimos cinco años a la “oposición” para que realizaran su presunta labor “democrática”.
De acuerdo al llamado Tribunal Electoral Cívico, integrado por los miembros de Hagamos Democracia, Róger Arteaga, Pedro Belli, Enrique Obando, además de otro “independiente”, Miguel Ángel Barboza, cuentan con 85 mil dólares para iniciar esta cruzada, por demás aventurera, que supuestamente concluirá el 28 de febrero del 2016 con las votaciones y la elección del “candidato opositor”.
¿No les bastan los US$300 mil?
Según este Tribunal Electoral Cívico, estarían votando, supuestamente, todos los movimientos y agrupaciones políticas de “oposición” de los departamentos y regiones autónomas del país, quienes elegirían de forma “democrática”, y no al dedazo, a un verdadero candidato que los represente en contra del FSLN en la contienda electoral del próximo año, el que sería anunciado el 1º de marzo.
Una incógnita que envuelve a la creación de este llamado Tribunal, es que si Hagamos Democracia le aseguró a Montealegre que con esos 300 mil dólares se podían realizar las primarias, ahora se encuentran en campaña para “gestionar fondos”, por lo que dicen están acudiendo a la ciudadanía, la empresa privada y a organismos internacionales que los quieran “financiar”.
El colmo del descaro de los miembros de este Tribunal, que no es otra cosa que una extensión de la directiva de Hagamos Democracia, es la admisión de una forma desvergonzada de llamarse una organización de “limosneros”, a quienes al parecer no les alcanzan los 300 mil dólares y por eso esperan la contribución económica de aquellos que quieran impulsar este “proyecto democrático”.
Enredos con el dinero
Sobre el proceso de las primarias en sí, manifestaron que la convocatoria estará abierta desde noviembre próximo, ellos mismo harán su padrón electoral, algo bastante inusual, y dejarán una casilla extra por si otro candidato independiente que llene los “requisitos” quiera participar. Dicen tener la capacidad ahorita de montar 108 Juntas Receptoras de Votos que atenderían a 43 mil 200 personas.
He aquí lo raro, porque a Montealegre le aseguraron que contaban con la plata para cubrir con Juntas Receptas de Voto todo el país, y ahora resulta bastante extraño que se dediquen a “limosnear”, como ellos dicen, para llegar a una meta de 500 juntas en la que supuestamente estarían votando 200 mil nicaragüenses, incluyendo a miembros del PLC y del PLI, que no estén conformes con el “dedazo”.
Por su parte, Eduardo Montealegre dijo sobre este tema que se reunirá con su “Comité Ejecutivo” para poder hacer algún comentario, y además con el fin de tomar con seriedad esta iniciativa, deben hacerles una invitación oficial. Cabe señalar que el PLI está más enfocado en seguir con sus fracasadas asonadas que en las elecciones del 2016.