Para varios dirigentes y analistas, el paro, las insubordinaciones y los intentos de protestas de un pequeño grupo de soldados, buscan entorpecer el proceso de cambios iniciado en 2009 con el primer Gobierno del FMLN.
Los efectos de un paro del transporte público se sienten este martes en varias zonas de El Salvador, incluida la capital del país, ante lo cual el Gobierno creó condiciones para asegurar el traslado de la población.
Según choferes y empresarios, el paro, que podría levantarse hoy, tiene dos causas: las presiones de las pandillas que controlan algunos territorios, y dar respuesta a las acciones violentas contra los transportistas perpetradas por estos grupos delincuenciales.
Ese argumento responde a que desde hace décadas los transportistas sufren las extorsiones y los crímenes de las maras (pandillas juveniles). Sin embargo, varias fuentes señalan que detrás del paro iniciado el lunes parecen existir otras intenciones.
El Gobierno de El Salvador inició el 17 de julio un plan de seguridad con el objetivo de recuperar algunos territorios que presentan altos índices de criminalidad. Con este programa, denominado «El Salvador Seguro», se combate la violencia a partir de 124 acciones prioritarias que llevará a cabo en coordinación con varias instituciones de ese país.
La derecha busca la renuncia del Presidente
Para la militancia del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), analistas y exfuncionarios gubernamentales, más allá de la violencia hay un interés de sectores de la derecha por crear un estado de desestabilización en el país.
De acuerdo con el secretario general del FMLN, Medardo González, el paro, las insubordinaciones e intento de protestas de un pequeño grupo de soldados, el llamado a crear una Comisión Internacional Contra la Impunidad y las medidas de la Sala de lo Constitucional contra las finanzas del gobierno, forman parte de ese objetivo.
“El propósito de los sectores de la derecha es forzar la renuncia del presidente Salvador Sánchez Cerén”. También llamó la atención sobre el hecho de que el partido de derecha Alianza Republicana Nacionalista (Arena), busca crear un escenario de división dentro de la Fuerza Armada.
A decir de González, este tipo de hechos coincide en el tiempo, por lo que no es nada casual y se apega a los nuevos métodos para un golpe de Estado. «Hay una clase oligárquica en el país que no termina de aceptar» que el FMLN gobierna y ya por dos períodos consecutivos, subrayó el dirigente político, para quien el propósito de los sectores de la derecha es forzar la renuncia del presidente Salvador Sánchez Cerén.
Sembrar descontento en la Fuerza Armada
A su vez, el analista César Villalona estima que dado el avance del Ejecutivo en las áreas económica y social, algunos sectores de la derecha de forma desesperada buscan entorpecer el proceso de cambios iniciado en 2009 con el primer gobierno del FMLN y que se consolida actualmente.
El Secretario Técnico de la Presidencia, Roberto Lorenzana, en tanto, explicó que el intento de protesta realizado por un grupo de soldados para pedir un bono por trabajo extra contra la delincuencia y en apoyo a la policía, obedece a un plan desestabilizador.
«Esto forma parte de un todo, vemos diputados de Arena solicitar a la Asamblea la aprobación de un bono como el que se le dio a los policías», subrayó. El funcionario advirtió a la ciudadanía que las iniciativas impulsadas por el partido Arena en la Asamblea Legislativa tienen el propósito de generar descontento y desobediencia en la Fuerza Armada.
Sobre ese tema, el secretario general del FMLN consideró que sería correcto aumentarle el salario a los soldados y que es justo que se les dé un bono al igual que a los miembros de la Policía, pero que hay que «procurar encontrar una solución» respecto al presupuesto.
El ministro de Defensa, David Munguía Payés, reiteró el irrestricto respeto de la Fuerza Armada de El Salvador a las leyes de la república, y su obediencia y subordinación al presidente Sánchez Cerén.
Según el titular castrense, la institución que dirige es obediente, profesional, apolítica y no deliberante, que funciona bajo leyes y reglamentos especiales y estricto reglamento normativo.
Ante recientes hechos protagonizados por un número reducido de militares, precisó que las normas que rigen la institución establecen los mecanismos regulares para los reclamos, por lo cual cualquier otra forma de manifestación es prohibida y sancionada.