¿Presidente o capataz de hacienda?

¿Cómo maneja un político retrógrado los destinos de un país si lo ponen en la Presidencia? El ingeniero Enrique Bolaños es un fiel ejemplo. Cuando era vicepresidente no le interesó lo que ocurría con los que estaban bajo su mando, y esto lo demostró durante la huelga médica de 1998.

 

El Dr. Arnoldo Alemán andaba viajando y al regresar, recibió el informe del vicepresidente Bolaños (había quedado como presidente en funciones), pero sobre todo, las brutales recomendaciones propias de un capataz de hacienda: no cumplir ninguna petición de los galenos, dejar mal parados a los que habían despedido y reestructurar arbitrariamente los horarios, sin importarles la afectación a sus clínicas privadas.

¿A dónde va el ingeniero Bolaños cuando se enferma? ¿Acaso al sistema de salud público?

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Desprecio_de_capataz.pdf

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