El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, y la vicepresidenta Rosario Murillo, enviaron un mensaje al Gobierno y pueblo venezolano en el cual denunció la política injerencista de Estados Unidos (EEUU) en la región.
La misiva fue enviada este sábado con motivo de conmemorar al comandante Hugo Chávez en el 64 aniversario de su natalicio. En la misma recordó
«Hoy 28 de Julio, viviendo las complejidades y reviviendo agresiones, irrespeto, injerencia, y afanes intervencionistas del Imperialismo, el Querido Comandante Eterno, Hugo Chávez Frías, desde ese Otro Plano de Vida, nos anima, nos alienta, nos llama al atrevimiento cotidiano, para seguir cambiando la Vida, el Mundo, con los Principios y Valores del Cristianismo y el Socialismo», expresa la carta.
A su vez, recuerda que el presidente Chávez llegó al mundo con «la Misión Suprema de re-encender las Llamas Libertarias, re-alzar las Banderas Revolucionarias».
Resaltó que hoy se viven tiempos difíciles, en los cuales tanto Venezuela como Nicaragua trabajan «para acercar una Nueva Época de Triunfos del Amor».
Nicaragua atraviesa desde abril una ola de violencia promovida por sectores de derecha que ha dejado más de 260 muertos, además de causar el terror en la población. En reiteradas ocasiones, el presidente Ortega ha denunciado que EE.UU. está detrás de la violencia en Nicaragua con el fin de desestabilizar al Gobierno sandinista.
A su vez, ha denunciado la política conspirativa del imperialismo, no solo en Nicaragua, sino en también en Cuba y Venezuela.
El mandatario expresó que en los meses recientes hubo una «acumulación de la violencia», gestada con mayor fuerza desde el regreso del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) al Gobierno en 2007. «No había desaparecido (la violencia) de nuestro país, pese a que habíamos alcanzado la paz», aseguró.
«Los representantes de Estados Unidos (EEUU.) y los grupos económicos le decían al pueblo que no había que votar por el FSLN porque se produciría nuevamente la enemistad con ellos», indicó y agregó que «ellos no podían entender ni asimilar que el sandinismo retornara el Gobierno por la vía electoral».
El equilibrio se rompe a partir de los empresarios, señala el mandatario. Pese al crecimiento de la economía, que se había producido por el entendimiento entre el Gobierno y el bloque empresarial, Ortega responsabilizó a «un grupo de congresistas enemigos de todo lo que es la Revolución» del quiebre definitivo.
«El veneno lo pone el intervencionismo estadounidense a Nicaragua, ahí está la raíz del problema. Si los EEUU respetara al país, respetara lo que decidimos los nicaragüenses, independientemente de la ideología, respetara un acuerdo entre el país, os trabajadores y los empresarios, los empresarios estarían trabajando con Nicaragua«, afirmó.