Presidente tico quiso congraciarse con Estados Unidos

Costa Rica, a través de su presidente Luis Guillermo Solís, intentó lucirse durante el cierre de la Cumbre de la Celac como “niña bonita” de la democracia al estilo gringo, al oponerse a la participación del patriota puertorriqueño Rubén Berríos.

 

Solís cuestionó el espacio que el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, brindó a Berríos para que expusiera las razones por las que Puerto Rico debe dejar de ser colonia de Estados Unidos y ocupar el lugar que le corresponde como nación independiente en la ONU.

Es fácil advertir que no se trataba solamente de la actitud personal de Laura Chinchilla -egresada de la Universidad de Georgetown-, en contra de Nicaragua, sino de todo un plan en ejecución para distraer al gobierno sandinista de sus tareas de desarrollo y obligarlo a desviar recursos en la defensa territorial.

No es casualidad que Costa Rica haya instado a Colombia a desobedecer el fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), que devolvió a nuestro país más de 90 mil km cuadrados de mar Caribe.

No es coincidencia encontrar a Costa Rica en contra de Nicaragua en cuanto foro se arme en el mundo. ¿Nicaragua va a buscar petróleo?, saltan los vecinos del sur; ¿vamos a dragar nuestro río San Juan?, responden de manera criminal con una trocha que causó gran daño ecológico.

¿Anuncia nuestro país que hará un canal interoceánico, lejos del territorio tico? También gritan su oposición los representantes del imperio norteamericano en el Istmo.

Y es que a la clase en el poder de Costa Rica al parecer le encomendaron que intentara frenar todo cuanto hace Nicaragua por salir del subdesarrollo. Les molesta que seamos el país más seguro de Centroamérica, que estemos despegando en turismo y hasta que tengamos sueños.

Deberían agradecer que si están en el segundo lugar en cuanto a seguridad -puesto que se disputan con Panamá-, es porque Nicaragua ha servido de barrera para impedir que lleguen a su territorio las maras, pandillas y el crimen organizado en sus peores manifestaciones.

¿Quién con dos palmos de decencia no desea en América Latina que el pueblo boricua deje de ser humillado por la bota norteamericana?

La petición de Rubén Berríos molestó a Luis Guillermo Solís tanto como la decisión del mandatario Ortega de otorgarle su espacio en el foro de la Celac, donde el presidente pro témpore saliente, era el mismo Solís.

El titular del Ejecutivo tico –con actitud de niño malcriado-, truncó la final de la Celac y le echó la culpa a Nicaragua por “intransigente”, lo que apenas tuvo el apoyo de Rafael Correa, de Ecuador y de la prensa derechista del subcontinente, que se apresuró a cumplir su papel sumiso ante los dictados de los grupos de poder en Norteamérica.

El mensaje de Berríos fue ignorado también por la prensa ultraderechista de nuestro país, cuyas páginas y web se regocijaron con las pataletas del mandatario tico, con las que por supuesto estuvieron de acuerdo.

¿Qué dijo el independentista puertorriqueño en Costa Rica? Pidió retomar el tema de estatus de Puerto Rico ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la intervención de los países América Latina para el reclamo por la excarcelación del preso político Oscar López Rivera.

“La persistencia del colonialismo en mi patria, Puerto Rico, constituye una afrenta a la dignidad de Nuestra América. La colonia del Estado Libre Asociado –que ni es estado, ni es libre, ni es asociado– es una rémora de los tiempos de sumisión y genuflexión que padeció gran parte de Nuestra América”, expresó Berríos durante su alocución.

Añadió que “el Cuarteto de la CELAC, encabezado por su presidente, en consonancia con el mandato de esta organización, debe implantar un plan concertado para que la Asamblea General se pronuncie sobre el caso de Puerto Rico.

“Segundo, la CELAC debe reclamar al gobierno de los Estados Unidos la liberación del patriota Oscar López, el preso político más antiguo del mundo que ya ha cumplido casi 34 años de cárcel”, señaló.

Solís, también un egresado de universidad norteamericana en temas políticos, no estará nunca de acuerdo con llevarle la contraria a Estados Unidos y por eso clausuró abruptamente la Cumbre.

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