Desesperación le entró al estafador Gerardo Sánchez, tras recibir fotos del recluta Erwing Alaniz Benavides de una banda de delincuentes que se hace pasar por rearmados a fin de justificar sus violaciones, robos, abigeato y narcotráfico.
Era lo más próximo que miraba de gente uniformada y de inmediato pidió le permitieran publicarlas. Son las que después hace aparecer como de combatientes de su virtual Coordinadora Guerrillera Nicaragüense (CGN).
Pero no es Alaniz quien tomó las fotos, sino un sujeto de nombre Guillermo Acuña, un colaborador de las bandas de antisociales que se movilizan desde hace muchos años en sectores montañosos de Nicaragua.
Algunos son ex Contras que no aceptaron la desmovilización e hicieron del delito su modus vivendi. Unos han sido detenidos y vueltos a liberar tras cumplir cortas condenas.
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