Ante el fracaso de la ultraderecha local en desalojar del poder al sandinismo, diez congresistas norteamericanos, encabezados por la republicana de corte fascista Ileana Ros-Lehtinen, presentaron el lunes un proyecto de ley para que Estados Unidos vote en contra de préstamos solicitados por Nicaragua ante organismos multilaterales.
Nicaragua es el país que mejor ha resistido la aplicación del denominado “golpe suave”, la nueva forma de intervencionismo de las élites de poder norteamericanas, que tras la caída de la Unión Soviética decidieron no permitir el establecimiento o consolidación de gobiernos progresistas o de izquierda.
A fin de evitar el costo político interno que conllevaría una intervención armada directa, un ideólogo derechista de nombre Gene Sharp, elaboró un manual mediante el cual dicta pautas de “guerra moderna”, concernientes a ceder a grupos locales la aparente iniciativa de derrocamiento mediante acciones presuntamente incruentas.
Responde a llamados del MRS y aliados
Conscientes de la ineficacia de los corruptos partidos políticos de las oligarquías de América Latina, el financiamiento económico norteamericano y europeo ha sido desviado hacia ONG previamente formadas por ellos mismos con elementos que en su mayoría han vivido o han sido entrenados en Estados Unidos sobre técnicas desestabilizadoras.
El año pasado, miembros del MRS, Movimiento por Nicaragua y varios ONG de “derechos humanos” visitaron en Estados Unidos a Ros-Lehtinen, de origen cubano, considerada como una extremista de la derecha incluso en el país que la acogió tras la huida de su familia de Cuba, donde eran cómplices del ex dictador Fulgencio Batista.
Los políticos y miembros de ONG que llegaron a Estados Unidos a poner quejas contra el gobierno de Nicaragua, fueron la presidenta del MRS, Ana Margarita Vijil; Violeta Granera, directora del Movimiento por Nicaragua; Pedro Belli, de Hagamos Democracia; Marcos Carmona y Denis Darce, de la CPDH y Álvaro Leiva Sánchez, de la ANPDH.
¿Por qué les dolió tanto lo de Evan Ellis?
El argumento principal y actual de Ros-Lehtinen fue la expulsión de funcionarios norteamericanos que ingresaron a Nicaragua y se pusieron a trabajar como si todavía fuéramos su patio trasero, es decir, sin consultar a las autoridades pinoleras.
Igualmente, Ros-Lehtinen invocó como causa de su petición de sanciones contra nuestro país, la expulsión de Evan Ellis, un presunto “investigador” que trabaja para las fuerzas armadas norteamericanas en calidad de consultor, y quien se declara especialista en relaciones de China con América Latina.
La salida de Ellis de Nicaragua es la que más golpeó a la oposición local, cuyos principales medios –La Prensa y Confidencial, ambos de la familia Chamorro-, le dedicaron sendos espacios lamentando lo ocurrido con este hombre que en 2013 y 2014 realizó labores de espionaje para su país en Venezuela, donde llegó a aconsejar un golpe de Estado militar.
Ganar elecciones a como sea
Otro de los “motivos” de la ultraderechista republicana –en realidad el principal-, son las elecciones de noviembre próximo, donde los sectores injerencistas de Estados Unidos intentan imponer al candidato de su preferencia.
Vale decir que la argumentación de Ros-Lehtinen es uno de los pasos del “golpe suave” o “blando” aconsejado por Sharp, que tiene que ver con intromisiones de naciones extranjeras en los asuntos internos del país agredido, a petición de los conspiradores locales, en este caso el MRS, PLI y ONG opositores como el CENIDH, CPDH, ANPDH, Movimiento por Nicaragua, Hagamos Democracia, IEEPP, etc.
Un papel preponderante en este tipo de conjuras, tal y como lo estamos viendo, es la participación de medios de comunicación ligados a la estructura de diarios, radioemisoras y televisoras bajo la influencia de la política norteamericana y que generalmente reciben financiamiento para presuntas labores de libertad de prensa.