Generales estadounidenses aseguran que los países bálticos representan la zona más vulnerable de la OTAN en caso de una supuesta agresión de Rusia. No obstante, en realidad los Estados bálticos son víctimas de la política de Washington de contención hacia Moscú, opina el exvicejefe de la misión militar de la ONU en Cachemira, analista militar y escritor Brian Cloughley.
«¿Por qué debería Rusia amenazar a los países bálticos? Si Moscú realmente quisiera hacer daño a estos Estados, podría hacerlo fácilmente cortándoles el suministro de gas», escribe el analista en un artículo en la revista ‘online’ Strategic Culture Foundation.
Al igual que otros estados europeos, los bálticos son importantes para Rusia, por lo que, subraya Cloughley, la idea de que Moscú prepare una ‘intervención militar’ en la región es descabellada.
Sin embargo, destaca el analista, la política occidental de sanciones a Rusia está causando un grave daño a estos miembros de la eurozona. El analista recuerda datos de Bloomberg Business que aseguran que las exportaciones de Letonia, Lituania y Estonia a Rusia caerán entre un 18 y un 25 por ciento, lo que causará pérdidas por valor de aproximadamente 780 millones de dólares.
Entre tanto, Washington continúa concentrando sus equipos militares en los Estados bálticos, destaca Cloughley. Pero las maniobras conjuntas Saber Strike 2015, en las que han participado más de 6.000 soldados de 13 países de la OTAN, no han impresionado mucho, opina el analista. «Estas payasadas de la confrontación pretendían asustar a Rusia, pero lo único que han hecho es provocar la risa», asegura Cloughley.
Según el experto, en Occidente se niegan a entender que sencillamente no hay ninguna «amenaza rusa» contra EE.UU. ni contra ningún otro estado. Las relaciones de Rusia con sus socios comerciales, para las que Moscú por razones obvias quiere la igualdad y el beneficio de todas las partes, no tienen nada que ver con EE.UU.