Página 12
Sin los presidentes de Argentina, Brasil, Venezuela, Nicaragua, Cuba y Bolivia, la Cumbre Iberoamericana afronta el desafío de renovarse o desaparecer ante el surgimiento de organismos regionales más efectivos.
La XXIV Cumbre Iberoamericana comenzó ayer en la ciudad mexicana de Veracruz con el reto de su refundación y la ausencia de varios de los 22 presidentes de la región, entre ellos, el venezolano Nicolás Maduro, la brasileña Dilma Rousseff, la argentina Cristina Fernández de Kirchner y el nicaragüense Daniel Ortega. Los presidentes de Bolivia, Evo Morales, y el de Cuba, Raúl Castro, asistían a otros encuentros internacionales. Estas cumbres iberoamericanas han perdido la convocatoria de otras épocas, al surgir organismos de integración regional que han dado respuesta más eficaz a las problemáticas regionales. Ya a la cumbre del año pasado, que se celebró en Panamá, no asistió la mitad de los mandatarios.
“Este mundo no está hecho para andar solo, este mundo está hecho para andar acompañado”, dijo la secretaria general iberoamericana, Rebeca Grynspan, en el mensaje de apertura, en el que hizo una defensa de la integración a través de estas cumbres. Grynspan afirmó que ante la proliferación de iniciativas de integración en la región desde la primera cumbre, de 1991, es necesario hacer un esfuerzo de todos para buscar el perfil propio de cada mecanismo. “Lo fundamental aquí es complementar y no competir”, afirmó la funcionaria. “El espacio iberoamericano debe orientarse a la construcción de una verdadera ciudadanía iberoamericana”. agregó.
El cónclave de mandatarios se celebra hasta el martes bajo el lema “Educación, cultura e innovación”. Es la primera Cumbre Iberoamericana a la que acude el nuevo rey de España, Felipe VI. La cita de Veracruz cierra el proceso de renovación que comenzó en Cádiz en 2012 en un intento por salvar al foro de la irrelevancia en la que fue cayendo en los últimos años. El encuentro está marcado además por la política interna que lleva adelante el presidente anfitrión, Enrique Peña Nieto, golpeado por la desaparición de 43 estudiantes en el estado de Guerrero. La identificación de los restos de uno de ellos en un laboratorio de Austria reavivó el caso.
A las ausencias anunciadas desde hace tiempo de Rousseff y Fernández de Kirchner se unieron las del venezolano Maduro, el boliviano Evo Morales y el nicaragüense Daniel Ortega. Al arranque de la cumbre tampoco acudió el cubano Raúl Castro. La reunión tiene la cultura, la educación y la innovación como ejes centrales y, más allá de la previsión de que ponga en marcha un plan de movilidad académica iberoamericano parecido al Erasmus en Europa, se espera que sirva como relanzamiento de unas cumbres a las que cada vez les resulta más difícil competir con foros como la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) o la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
A partir de Veracruz, la periodicidad de las cumbres que desde 1991 reúnen a los países de América latina más España, Portugal y Andorra pasará a ser bienal en lugar de anual. La próxima cita será en 2016 en Colombia. En la cita mexicana no sólo se produce la primera presentación del rey Felipe VI. Lo hace también Rebeca Grynspan como secretaria general iberoamericana. La funcionaria costarricense aludió a la historia común de cinco siglos y a unas raíces que generaron un “tronco de identidades, con un ramaje de diversidad cultural que es parte de nuestro asidero vital”. Recordó además un viejo proverbio africano, según el cual “si uno quiere ir de prisa, va solo, pero si quiere ir más lejos, va acompañado”.
La cumbre comenzó a sesionar con el objetivo de repensar el bloque regional “construyendo el futuro” y trabajar en un documento que además de los temas de educación, cultura e innovación se pronuncie, a sugerencia de los cancilleres, sobre la reestructuración de las deudas soberanas, los diálogos de paz en Colombia y el bloqueo a Cuba. Veracruz, que además del principal puerto mexicano es un importante destino turístico sobre el Golfo de México, amaneció con el centro histórico vallado, al igual que todo el malecón que rodea al World Trade Center, epicentro del encuentro internacional.
En el mediodía mexicano se produjo el anunciado respaldo del gobierno de España a las reformas anunciadas por Peña Nieto para mitigar el volcán político que puso en erupción la desaparición de los 43 estudiantes. “Creo que ambos compartimos la convicción de llevar adelante las reformas necesarias, por más que sean gestos que no se vean en el corto tiempo, por más que sean usados para atacarnos”, dijo el presidente del gobierno conservador español, Mariano Rajoy, ante los más grandes empresarios de la comunicación de México y España reunidos en un Foro de Comunicación, integrado a la cumbre, ante la mirada agradecida del mandatario anfitrión. El ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, expresó su disposición a dar a México la ayuda que le pida en relación al caso de los 43 jóvenes desaparecidos en Iguala y descartó que el tema vaya a ser abordado en los documentos finales de la Cumbre Iberoamericana. “Cualquier cosa que ocurra en México, los españoles la sentimos como propia”, dijo el ministro, y señaló que “el gobierno está adoptando las medidas que se pueden adoptar en un acontecimiento tan trágico como los que hemos vivido estos días”.
El ministro español de Asuntos Exteriores también dijo que no cree que las inversiones se frenen a raíz de lo sucedido en Iguala, un caso que generó conmoción dentro y fuera del país por la participación de policías locales en la desaparición de los jóvenes, en complicidad con el grupo criminal Guerreros Unidos. “Las inversiones mexicanas ahora son tan importantes como las inversiones españolas en México y van a continuar”, aseguró el ministro. Destacó que la nación azteca “es un país políticamente muy estable que garantiza la seguridad jurídica de las empresas que aquí invierten con un porvenir brillante, esas relaciones se van a intensificar”, advirtió.
Por otra parte, los cancilleres iberoamericanos apoyaron las conversaciones de paz entre el gobierno de Juan Manuel Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) mediante una resolución emitida en el marco de la cumbre. A principios de noviembre el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, hizo una gira por seis capitales europeas para buscar financiación a la etapa que puede abrirse en Colombia si se consolida el proceso de paz con las FARC. En ese sentido, el ministro español aseguró que llevará el tema al Consejo de Asuntos Generales de la Unión Europea el 14 de diciembre. Fuentes diplomáticas españolas señalaron que el gobierno peninsular respalda la creación de un fondo que financie políticas del posconflicto en ayuda de Colombia.
Aparte de la estancia de Santos en Madrid, el propio Margallo se reunió con la canciller colombiana, María Angela Holguín, en encuentros que tuvieron lugar tanto en la capital española como en Bogotá a fines de noviembre. Tras ese viaje, Margallo estuvo en La Habana, donde tuvo oportunidad de conocer de primera mano el proceso mediante encuentros con representantes de ambas partes.
El presidente de Colombia viajó al puerto de Veracruz para participar en la reunión de Jefes de Estado. “Es una cumbre muy importante y los temas centrales van a ser los temas de educación e innovación, que son dos temas que nosotros hemos asumido como parte de nuestros pilares en materia de desarrollo”, dijo el mandatario en el programa semanal de televisión Agenda Colombia, poco antes de viajar. Santos recordó que Colombia será anfitriona de la próxima Cumbre Iberoamericana 2016, por lo cual resaltó que en México “nos entregan en cierta forma la presidencia de la cumbre para los próximos dos años”.