Por más empeño que pusieron, no lograron los medios de comunicación opositores en Nicaragua “demostrar” la existencia de sus nuevos “rearmados”, por lo que salió en su auxilio el poderoso diario norteamericano The New York Times, que este martes sentencia de la manera más irresponsable, que “Nicaragua parece regresar a los 80 con el resurgimiento de los contras”.
Le tocó a una periodista de nombre Frances Robles, “refritar” a los medios y periodistas que intentaron vanamente probar que estamos en presencia de grupos armados que combaten al gobierno de Nicaragua. Hasta algunos de ellos fueron “reclutados” virtualmente por un narcotraficante y estafador –actualmente detenido-, que decía tener un ejército llamado “Coordinadora Guerrillera”.
Pero Robles tampoco aporta nada nuevo de lo ya conocido: menciona a ex “contras”, la mayoría recompensados con dinero y tierras que luego vendieron, y al no saber hacer nada más que halar el gatillo, conformaron bandas de antisociales que operan en centros de montaña fronterizos con Honduras.
Son “guerrilleros” desde años 90
Algunas de estas bandas criminales operan desde los años 90, pues sus miembros no quedaron satisfechos con lo recibido. Y la misma La Prensa lo ha reconocido en sus apresuradas y manipuladoras notas.
La periodista del NYT menciona a un tal “Tyson” con uniforme gringo y un AK maltratada, pero ni siquiera aporta una fotografía del sujeto. Aunque se apresura a afirmar que junto a otros, “tiende emboscadas” contra el gobierno del presidente Daniel Ortega.
Ataques a patrullas del Ejército y la Policía realizaron también otros excabecillas de bandas desde antes de que reasumiera el poder el FSLN. Nos referimos a “El Charro”, “Pablo Negro”, “Yajob”, “Sheriff” y “Cascabel”, entre otros, algunos de ellos muertos en esas escaramuzas o en peleas internas por el control de la droga. Es algo que viene ocurriendo desde el tiempo de los gobiernos neoliberales.
Hace paralelismo con excontras
Al igual que sus fuentes en Nicaragua, la periodista norteamericana de origen hispano intenta hacer un parangón entre los delincuentes comunes actuales y el ejército contrarrevolucionario que reclutó, armó, entrenó y financió el gobierno de Estados Unidos en los años 80 del siglo XX.
Veamos lo que sostiene: “A Tyson y sus hombres les llaman ‘los rearmados’. Son contras, sí, como los que en los ochenta recibieron dinero furtivo durante la administración de Reagan para derrocar al gobierno sandinista de Ortega”.
“Rearmados” es precisamente el término utilizado desde hace varios años por los medios de comunicación que maneja la familia Chamorro en Nicaragua. El objetivo, tal y como lo hemos denunciado, es aislar al gobierno de Nicaragua y sobre todo sembrar el temor en un año electoral que se perfila adverso en las urnas para la oligarquía criolla y sus hijos de casa.
Lo apoyan los pobres, pero…
Robles acepta en su escrito que…”Ortega disfruta un fuerte apoyo por parte de los pobres”, pero expone que “fue criticado por los cambios constitucionales que revocaron los límites de los periodos presidenciales, lo cual le permitió ser candidato a la presidencia para un tercer periodo consecutivo este año”.
Y como sabe que aquí la inmensa mayoría de nicaragüenses no lee The New York Times, señala que “Estudiantes, políticos de la oposición y otros detractores acuden al consejo electoral cada miércoles para manifestarse en su contra”. ¿Le habrán dicho cuántos llegan? De seguro lo sabe, pero lo oculta a propósito.
Usa como fuente video casero
Es tal la falta de rigor del NYT, que toma como serio un video publicado en Facebook, donde “un líder rebelde aseguró que al menos 45 grupos de hombres se habían levantado en armas en las montañas y atacarían instituciones estatales hasta que la administración de Ortega sostuviera elecciones justas y limpias”.
Para curarse en salud, pone al final del párrafo: “Pero otros dicen que la cantidad de rebeldes está disminuyendo”. Con la facilidad tecnológica actual, cualquiera hace un video en el patio de su casa y asegura que está “enmontañado”. En Nicaleaks el año pasado mostramos fotos de miembros de la “Coordinadora Guerrillera” posando con armas caseras para el Facebook del narco Gerardo Sánchez.
¿Quedará en un simple “refrito” (repetición) el reportaje de la señora Robles? No era ese el objetivo principal. Aparte de ponerle el sello de NYT, el artículo de marras será reproducido por muchos otros diarios de la cadena que maneja en el mundo Estados Unidos. Eso ya está ocurriendo.