Saben que no les resultó como habían planeado, pero difícilmente reconocerán ante sus ya angustiados –e incluso hastiados- seguidores, que los arrastraron a una sangrienta e incierta aventura golpista. Es por eso que el MRS y los sectores que lo apoyan, principalmente sus ONG opositoras, han apostado por recrudecer la violencia tratando de forzar un paro nacional.
En las dos últimas semanas de abril las personas involucradas en el “golpe suave” contra el gobierno del presidente Daniel Ortega, no dudaban ni por un instante que el mandatario se correría al ruido de los caites. Hoy, esa certeza se convirtió en incertidumbre y frustración.
Pero continúan de manera desesperada con la violencia y las mentiras. El guion de Gene Sharp sigue corriendo con la coreografía maligna diseñada desde hace algunos años.
Primero marchas presuntamente pacíficas en las que de antemano los involucrados, ¿estudiantes?, llevaban armas cortas, armas hechizas, cócteles molotov, piedras, palos y otros objetos contundentes para enfrentar a la Policía Nacional. Claro que la violencia cobró víctimas de ambos bandos.
Truncar diálogo y sitiar Managua
Después, los saqueos, y en medio del maremágnum la oleada de falsedades a través de las redes sociales y medios de comunicación comprometidos en lucha sin cuartel contra el gobierno desde 2007, y algunos que se sumaron sorpresivamente en la actual coyuntura.
No lograron avanzar mucho con los primeros pasos recomendados en el “golpe suave” y empiezan a escalar la violencia con los tranques en busca de forzar un paro nacional. Hemos visto muchos tranques durante las últimas décadas y todos se caen por su mismo peso. La gente sitiada en sus carros es la primera en comprender que los principales perjudicados son ellos.
El MRS y sus ONG buscan con esto boicotear el diálogo nacional, y de paso, cortar el suministro de alimentos a la capital, la ciudad más poblada del país y centro neurálgico del gobierno por albergar a todas las instituciones públicas.
¡Al carajo con los jubilados!
¿En qué momento salen los tranques? Conocemos que grupos antisandinistas que apoyaron en un inicio la lucha de los estudiantes cuando se hablaba que era en defensa de los jubilados, de los que por cierto ya nadie se acuerda, se trasladaron a diferentes universidades a plantear a los revoltosos el grave riesgo que se cernía sobre el país si continuaban con el vandalismo y la obcecación.
Lograron convencer a representantes de varios centros de estudios, menos a los de la Upoli, donde se concentran elementos del MRS y sus ONG que se hacen pasar por estudiantes, y que llevan la voz cantante sobre lo que deben hacer. Los vecinos de la Upoli también han demostrado su rechazo a la violencia.
Con ese escenario desfavorable, el MRS ordenó la toma de la UNAN-Managua y ha tratado, sin éxito, reavivar los reclamos en otras universidades. La orden es derrocar al presidente Daniel Ortega y los cabecillas naranjas piensan llegar hasta las últimas consecuencias. A fin de cuentas ninguno de sus hijos participa en los enfrentamientos con las fuerzas del orden y con ciudadanos sandinistas que han decidido que ya es hora de poner coto al pillaje político.
El exceso de confianza del MRS y sus ONG en sus acciones violentas, es porque quizás se sienten protegidos por la potencia imperial de Estados Unidos, que además les provee abundante financiamiento y entrenamiento en desestabilización.
Deben estar claros, sí, que están jugando con fuego y que cuando intenten ponerse a salvo, las llamas nos habrán alcanzado a todos.