Transparencia Internacional: injerencia y desestabilización

Transparency International (TI), organismo encargado de desencadenar campañas de difamación acusando de corruptos a gobiernos de izquierda en América Latina, es contratista de la USAID, la agencia norteamericana de injerencia, y de la National Endowment for Democracy (NED), el mecanismo CIA de desestabilización, y recibe fondos de otras entidades identificadas a la inteligencia norteamericana.

 

Todas la agencias internacionales de prensa difunden cables donde se reflejan las declaraciones hostiles a estos gobiernos,  sobre todo el de Nicaragua y Venezuela,  sin que ninguno de sus portavoces precise los fuertes vínculos de TI con el Departamento de Estado y sus dependencias.

Por ejemplo, para esta llamada ONG, Venezuela se sitúa, por lo que va del continente americano, en materia de corrupción, por debajo de países como Honduras, mientras Estados Unidos encabeza la lista (con Canadá), sin que se tenga en cuenta los enormes   escándalos financieros y el financiamiento ilimitado del mundo político por las grandes corporaciones, en este país.

Más aún, para Alejandro Salas, responsable del departamento de las Américas de TI, Honduras –para el gobierno golpista– “mejoró su situación» mientras se estaba en el proceso de  “reconstruir una constitucionalidad perdida».

Transparency International omitió precisar durante una conferencia de prensa en Berlín, el número de contratos en distintas partes del mundo que ejecuta con el dinero de Washington, en programas supuestamente humanitarios, en la esfera de su pretendida lucha contra la corrupción.

Son cientos de miles de dólares que TI ha recibido de la controvertida Agencia para el Desarrollo Internacional de Estados Unidos (USAID), denunciada en muchos países por ser una cobertura utilizada a fines de injerencia, de desestabilización y de espionaje por el gobierno de Washington.

En Venezuela, la USAID-OTI ha financiado en el curso de los últimos años decenas de programas destinados a desestabilizar  el gobierno del Presidente Nicolás y sigue haciéndolo, hasta el punto de engrasar a partidos políticos, un escandaloso acto de corrupción ampliamente demostrado y documentado por una investigadora de nombre Eva Golinger.

En Honduras, una contratista de la USAID, Jacqueline Foglia Sandoval, fue señalada como “la persona encargada de coordinar y operar el golpe de Estado” por el ex ministro Roland Valenzuela, del gobierno de Manuel Zelaya, poco antes de su asesinato.

La USAID es esta misma agencia federal norteamericana encargada de financiar a golpe de decenas de millones la subversión y el espionaje en Cuba, incluso, un contratista norteamericano de dicha agencia fue detenido en La Habana después de haber sido sorprendido en una operación de introducción a la Isla de equipos de comunicación satelital de última generación.

Entre muchos otros incidentes vinculando la USAID y a los servicios especiales norteamericanos, se encuentra el caso famoso del agente Dan Anthony Mitrione, instructor en técnicas de tortura, quién se apareció en Uruguay a finales de los 70, con credencial de la USAID, para adiestrar a policías en técnicas de interrogatorio.

Haciéndose el campeón de la lucha contra la corrupción, Transparency International no tiene tantos escrúpulos a la hora de aceptar fondos de procedencias dudosas.

En el curso de los años, TI se ha alimentado de cheques generosamente ofrecidos por organizaciones tales como la Fundación Ford, la Fundación Soros así como de distintas multinacionales –British Petroleum , Exxon, y Shell, entre otras, no precisamente reconocidas por su trabajo filantrópico.

TI fue creado hace años por Peter Eigen, un jurista alemán vinculado al Banco Mundial, a la propia Fundación Ford, a menudo calificada de fachada de la CIA y a la Carnegie Endowment for International Peace.

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *