El presidente de EE UU tuitea un vídeo en el que da varios puñetazos a un hombre al que han puesto digitalmente el logotipo de la cadena en la cara.
A dos jornadas del Día de la Independencia, símbolo de la unidad de los americanos, Donald Trump ha creado su propio espectáculo de fuegos de artificio e inquina política. EE UU, un país ya casi curado de espantos con los tuits de su presidente pero en constante renovación del nivel de perplejidad, ha asistido este domingo a la publicación por parte de Trump de un vídeomontaje en su Twitter personalen el que el máximo dignatario de la nación aparece como un matón de vodevil golpeando junto a un ring a una persona con el logo de la cadena CNN superpuesto a su cabeza.
Es decir: la imagen fictica del presidente dándole una paliza a un periodista de un medio de comunicación crítico, sector que Trump ha categorizado como «enemigo del pueblo americano».
El tuit se ha viralizado y ha pasado de inmediato del terreno de lo absurdo o cómico al de la crispación política, clima que el presidente abona sistemáticamente, convencido de que la clave que lo llevó a la Casa Blanca y que puede sostenerlo en el poder es la transformación de la política nacional en una permanente reyerta-espectáculo entre su América popular y la América de las élites, encarnada según él por el statu quo político de Washington y los medios de masas. Trump concibe su presidencia como un combate de lucha libre americana. Un show impostado que excita al público y en el que se debe tomar partido por un luchador: en este caso, el presidente frente a CNN o The New York Times o The Washington Post…, o sintetizando en su jerga: los fake media, o medios mendaces. Fiel a su esquema de pelea de patio de colegio, este domingo por la tarde tuiteaba, reafirmándose en su videomensaje contra CNN y generalizándolo a toda publicación incómoda: «Los medios deshonestos NUNCA nos apartarán de cumplir nuestros objetivos en beneficio de nuestro GRAN PUEBLO AMERICANO».
CNN ha reaccionado al grotesco video de la mañana con un comunicado. «Es un día triste cuando el presidente de Estados Unidos alienta la violencia contra periodistas». «En lugar de preparar su viaje al extranjero, su primer encuentro con Vladimir Putin, las relaciones con Corea del Norte y trabajar en su proyecto de ley de sanidad pública, se implica en comportamientos infantiles muy por debajo de la dignidad de su cargo», subraya la cadena. Antes de publicar este comunicado, el equipo de relaciones públicas de CNN había respondido al presidente a través de la red social Twitter citando las palabras de su propia subsecretaria de prensa, Sarah Huckabee Sanders, que decía hace solo tres días: «El presidente de ninguna manera o forma alguna ha promovido o alentado la violencia, sino todo lo contrario».
De Hulk Hogan a Donald Trump
Trump –33 millones de seguidores en Twitter– emplea en su mensaje un vídeo real de 30 segundos que fue grabado en abril de 2007, cuando el magnate asistió a un duelo en la WWE, liga de lucha libre, que durante un tiempo se rumoreó que iba a adquirir. Dentro del estilo artificioso de esos combates de lucha, Trump se abalanza sobre Vince McMahon, el presidente de esa compañía de pressing catcha sueldo de la cual han estado luchadores como el célebre bigotudo Hulk Hogan.Tras vencer a McMahon, al que golpea en el suelo con el puño cerrado, Trump le sienta en el ring y le afeita la cabeza. Aquello era una broma. Ahora es una provocación: al vídeo original se le ha superpuesto logotipo de la CNN a la cara del contrincante de Trump y termina con una imagen en la que se cambia el logotipo CNN por el satírico FNN, Fraud News Network, Red de Noticias Fraudulentas.
Linda McMahon, la mujer del presidente de la liga de pressing catch al que Trump le da una paliza en el vídeo, fue seleccionada por Trump como jefa de la agencia de su Gobierno que supervisa las políticas relativas al pequeño comercio. Durante la campaña, donó seis millones de dólares a una organización de apoyo a la candidatura de Trump, según The Washington Post.
Esta misma mañana, al calor de la polémica, senadores de su partido han expresado su disgusto con el tuit del presidente. Mike Lee (representante de Utah) ha dicho que «no aporta nada bueno» y Ben Sasse (Nebraska) ha mostrado su preocupación por que Trump siga sembrando la «desconfianza» en los medios para utilizarla como un «arma» política.
Al poco de lanzar el tuit de este domingo, la cuenta oficial del presidente lo ha retuiteado a sus 19 millones de seguidores. En dos horas, el mensaje del presidente, que se encuentra este fin de semana en su club de golf en Nueva Jersey, fue retuiteado más de 72.000 mil veces, lo que lo sitúa entre sus tuits más replicados. Para entrar en el top 10, deberá llegar a los 100.000.
Trabajadores de la CNN y periodistas de otros medios han mostrado su repulsa ante la publicación de Trump, justificada desde el Gobierno. «Nadie puede percibirlo como una amenaza. Espero que no lo hagan», ha señalado el asesor de Seguridad Nacional, Thomas Bossert.
La prensa se ha convertido en un adversario prioritario para Trump, que esta semana insultó duramente a la pareja de presentadores del matutino de la cadena MSNBC —a Mika Brzezinski la llamó «tonta como una roca» y «loco» a Joe Scarborough— y que se refiere a todos aquellos medios que informan de sus escándalos de «falsos». El presidente ha empleado Twitter desde su campaña electoral para azotar a los medios más prestigiosos. Objeto de una marea de críticas por sus excesos, también desde su propio bando, el republicano, Trump las desoye y se enorgullece de su actitud. «Mi uso de las redes sociales no es presidencial, es MODERNAMENTE PRESIDENCIAL [sic]», tuiteó este sábado.