Ni México ni China sino Canadá. Las espadas están en alto en el frente comercial entre los dos grandes vecinos del norte en las Américas. La administración que preside Donald Trump pasa a la acción para proteger los intereses de los productores de madera, al comunicar al gobierno de Justin Trudeau que tiene intención de imponer un arancel del 20% a las importaciones de este producto que lleguen desde Canadá.
El presidente ya marcó la primera línea rojo el pasado viernes, durante la firma de un decreto para examinar las prácticas comerciales en el mercado del acero. Este lunes fue un paso más allá con unos comentarios en el marco de un encuentro con periodistas conservadores precisando que la tarifa se aplicará a la madera blanda. La Casa Blanca confirmó las declaraciones de Donald Trump.
Este tipo de madera se utiliza en la construcción de viviendas. El secretario de Comercio, Wilbur Ross, precisó después que el arancel se aplicará con un efecto retroactivo de 90 días. Las exportaciones desde Canadá rondan los 5.660 millones de dólares anuales. Entre las compañías que se verían afectadas están West Fraser Mills, Canfor, JD Irving, Resolute FP Canada y Tolko.
Ross estaba a la derecha de Trump cuando el pasado viernes en el Despachó Oval amenazó con emprender acciones, tras afirma que lo que estaban haciendo los productores canadienses era “una deshonra” hacia los intereses estadounidenses. La tarifa se anuncia, además, mientras el presidente habla otra vez de un cambio profundo en el acuerdo de libre cambio con Canadá y México.
La medida tuvo un efecto lastre inmediato en el dólar canadiense, que se cambia a mínimos de hace cuatro meses. La disputa no es nueva, ya que desde hace tiempo los productores estadounidenses acusan a los canadienses de recibir ayudas de las provincias, lo que les permite vender madera por debajo de los precios del mercado. Washington estaría apoyando ahora esa queja.
Ross explica que la tarifa se aplicará en diferentes niveles para cada compañía, aunque precisa que el gravamen medio será del 20%. La medida es severa si se piensa que una tercera parte de este mercado en EE UU se nutre de madera canadiense. Esta escalada es suficiente para que los importadores se lo piensen antes de adquirir este producto para distribuirlo entre sus clientes.
La US Lumber Coalition ya pidió en noviembre a la administración de Barack Obama que aplicara un arancel antidumping, con el argumento de que los productores y empleados del sector se estaban viendo dañados por la madera subvencionada que cruzaba la frontera desde Canadá. Las autoridades canadienses insisten en que sus precios reflejan el valor del mercado real.
Lo que está por ver ahora es si este medida se le vuelve en contra a Donald Trump, porque con el arancel corre el riesgo de que se encarezca el precio de la vivienda y eso restrinja el acceso de las familias con menos recursos a tener una casa en propiedad. También podría tener un impacto negativo en el empleo. La madera blanda se usa también en la fabricación de muebles y palés.
Fuente: El País