Al menos 54 personas han muerto y otras 75 han resultado heridas este viernes en un atentado en una mezquita en el norte del Sinaí, en Egipto, ha informado una fuente oficial a la agencia de noticias estatal Mena.
Un portavoz del Ministerio de Salud egipcio, Khaled Megahed, había confirmado previamente que 75 personas habían resultado heridas, aunque precisó que por el momento desconocían si había fallecidos. El ataque se ha producido en la mezquita de Al Rawdah, al oeste de la ciudad de Al Arish.
Los terroristas han colocado artefactos explosivos de fabricación casera alrededor de la mezquita y los han hecho detonar a la salida de los fieles del rezo del viernes, el día sagrado para los musulmanes, según la fuente de seguridad, que ha añadido que las personas que pudieron escapar fueron tiroteadas por los extremistas. Varios testigos han relatado que han visto cómo las ambulancias trasladaban heridos desde el lugar de los hechos a hospitales cercanos.
El presidente del país, Abdelfatá al Sisi, se reúne este viernes con el gabinete de seguridad para abordar la situación, ha informado el canal de televisión privada Extra News TV, según recoge la cadena británica BBC.
Desde que el ejército derrocó en 2013 al presidente Mohamed Morsi, miembro de los Hermanos Musulmanes, diversos grupos yihadistas, entre ellos la filial local del Estado Islámico, han multiplicado los atentados contra los militares y los policías, causando cientos de muertos en sus filas, sobre todo en la península del Sinaí. Los turistas y la comunidad cristiana copta también han sido blanco de ataques sangrientos. En 2015, un avión ruso fue derribado con 224 pasajeros a bordo que murieron.
Los yihadistas de la región prometieron lealtad al Estado Islámico a finales de 2014, y supuestamente establecieron la «provincia del Sinaí» del Califato en la península, en el límite con Israel y Gaza. Sin embargo, a diferencia de Siria e Irak, han sido incapaces de apoderarse de centros de población. En cambio, han tratado de mantener una guerra de desgaste que incluye bombardeos en carreteras, uso de francotiradores y ataques a puntos de control.