Un fracaso más de la jauría derechista

Una nueva elección en Nicaragua y asistimos como espectadores a una vieja práctica de la derecha local y mundial que se activa mediante el financiamiento de Estados Unidos: el intento de descalificar al sandinismo y a su líder Daniel Ortega para que pierda en las votaciones.

 

Los medios de comunicación afines a las políticas injerencistas e imperialistas de Estados Unidos y Europa, esperan la señal que desde Managua envían el MRS y sus ONG opositoras, a fin de lanzarse en contra de la revolución nicaragüense como anhelante jauría.

Plumas asalariadas se movilizan en pos de agarrar aunque sea un pedazo del enorme pastel que se reparte a través de generoso financiamiento de organismos como la NED, IRI, NDI, Soros, USAID, etc., la mayoría ejecutores de planes diseñados por la CIA y otros organismos de Inteligencia de Estados Unidos.

No se quedarán tranquilos

En Nicaragua, las siglas receptoras de la millonaria ayuda en dólares (MRS, CINCO, IEEPP, CENIDH, CPDH, MpN, etc.) intentaron detener o al menos mediatizar las elecciones del 6 de noviembre, primero a través de Ileana Ros-Lehtinen y el Congreso de Estados Unidos, luego utilizando a la OEA.

No lo lograron, por lo que sus ideólogos se lanzaron desesperadamente a tratar de hacer creer que la próxima votación se realizará sin opciones, en lo que también están fracasando debido a que otros partidos han tomado muy en serio su participación en los comicios.

Estamos claros de que la descalificación del proceso electoral es el preámbulo para desconocer después sus resultados y presionar a la Ros-Lehtinen y a la OEA para unas nuevas elecciones en el plazo más corto.

Peligrosa manipulación

El MRS y sus ONG opositoras no cuentan con base social, por lo que han recurrido a movilizar a unos cientos de antisandinistas, habitantes en su mayoría de algunos escenarios de guerra. La falta de escrúpulos para remover viejas heridas en esta gente, ha sido una novedosa característica en estas elecciones que la derecha ha tratado en vano de empañar.

El apoyo en Facebook y otras redes sociales a grupos de delincuentes comunes que se movilizan en la frontera con Honduras, nos da una idea de cuáles podrían ser los propósitos del MRS y su dirigencia, una práctica hasta cierto punto peligrosa incuso para ellos mismos.

Han tenido libertad para todo, hasta para conspirar abiertamente. Las encuestas señalan que el presidente Daniel Ortega podría obtener hasta más del 74% de votos, no obstante, una de las consignas del MRS y sus ONG es que el sistema político en Nicaragua ya no funciona. La frase completa debería ser que ya no funciona para ellos, como políticos quemados que son.

Iracunda descalificación

María López Vigil, una cubana nacionalizada nicaragüense y simpatizante del MRS, considera que “los seis partidos que aparecen en la boleta no son partidos reales, son grupos que participan en las elecciones para darles legitimidad”.

Le decimos a esta señora que algunos de esos partidos han obtenido más votos que el MRS en las ocasiones en que ha participado en las elecciones. Que recuerde por qué perdió la personalidad jurídica como partido político.

Vigil y demás “plumíferos” padecen amnesia selectiva y olvidan que cuando la UNO ganó las elecciones al FSLN en 1990, fue con la unión de al menos 15 grupúsculos políticos que le dieron “legitimidad” a la mencionada agrupación, ya que solos, no eran nadie.

El asunto es que los grupos políticos que ahora subestima la derecha en Nicaragua no lograron unirse, situación que hizo desvanecer las esperanzas de tumbar del poder al FSLN. Esa es parte de la amargura de doña María y sus amigos del MRS y las ONG opositoras.

 

 

 

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