Roberto Beristain, un mexicano que ingresó ilegalmente a EE.UU. hace casi 20 años, está a punto de ser deportado por las autoridades en el marco del endurecimiento de la normativa migratoria impuesta por el presidente Donald Trump, a quien la mujer del afectado votó en las elecciones del pasado mes de noviembre, informa BuzzFeed.
Beristain es dueño de un restaurante de carnes y vivía en la ciudad de Granger (Indiana) con su esposa, Helen Beristain y sus tres hijos. Llegó al país en 1998 y dos años más tarde recibió una orden de deportación voluntaria de un juez de inmigración de Nueva York: durante un viaje para visitar las cataratas del Niágara cruzaron por error la frontera con Canadá y los agentes de inmigración descubrieron que vivía en EE.UU. sin documentos.
Sin embargo, pese a la orden, decidió permanecer en EE.UU. porque su esposa estaba embarazada. Durante los años posteriores, no fue tomada ninguna acción más.
Así, Beristain permaneció en EE.UU. y obtuvo un permiso de trabajo ―a raíz del cual no ha faltado a ninguna de sus citas con inmigración―, una licencia de conducir y hasta una tarjeta de seguridad social.
Sin embargo, con la llegada de Trump al poder y la consiguiente modificación de las prioridades de deportación, el mexicano fue arrestado el pasado 6 de febrero al presentarse a su cita de rutina con los oficiales del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). Mientras Beristain estaba fuera, un agente se acercó al vehículo y golpeó en la ventanilla: «¿Es usted la mujer de Roberto?». Al responder afirmativamente, le comunicaron que Beristain estaba detenido «por una deportación de hace 16 años y medio».
Ahora, Beristain permanece bajo custodia del ICE a la espera de su traslado a México. Adam Ansari, el abogado de la familia, ha indicado que la deportación se realizará este viernes.
Bajo la Administración de Obama, el ICE se enfocaba principalmente en los criminales y en aquellos que representaban una amenaza para la seguridad pública. Sin embargo, desde que Trump firmó una orden ejecutiva en enero sobre inmigración, se ha detenido a cientos de inmigrantes indocumentados, incluyendo a aquellos que no están acusados de ningún crimen. «Esta orden ejecutiva está desgarrando a las familias», denuncia Ansari.
«Trump dijo que los buenos no serían deportados»
Ansari revela que la familia está destrozada porque han perdido «a un marido, a un padre y a un sostén principal». Por su parte, la esposa afirma que se siente engañada por los planes del presidente: «[Trump] dijo que la gente buena no sería deportada, que la gente buena sería tenida en cuenta», lamenta.
Así, la mujer estadounidense indica que votó a favor de Trump creyendo que solo los «asesinos» y los miembros de los cárteles de drogas serían deportados. «No queremos tener cárteles aquí. Uno no quiere que haya drogas en las escuelas secundarias ni asesinos a su lado, quiere sentirse seguro cuando sale de casa. Por eso voté por el señor Trump», concluye.
Fuente: RT