De acuerdo al informe de Índice de Desempeño Ambiental realizado por la Universidad de Yale y presentado recientemente en el Foro Económico Mundial, que se realizara en Davos, Suiza, nuestro país tuvo un significativo avance en esta área durante los dos últimos años, al pasar del puesto 115 al 97 a nivel mundial y en América Latina ocupa el lugar número 14 entre 20 países.
El Índice de Desempeño Ambiental clasifica a 180 países a través de 24 indicadores de desempeño ambiental dentro de diez categorías, que a su vez se dividen en dos objetivos: Salud Ambiental y Vitalidad de los Ecosistemas.
En Salud Ambiental están las categorías: calidad del aire, metales pesados y agua y saneamiento. Para Vitalidad de los Ecosistemas se analizan las categorías de: agricultura, contaminación del aire, biodiversidad y hábitat, clima y energía, pesquería, bosques y recursos hídricos.
La evaluación que realiza el estudio de la Universidad de Yale se construye a partir de los datos más recientes de los 24 indicadores de desempeño ambiental de cada país, evaluado por puntos; 0 significa el peor y 100 el mejor rendimiento. Según los datos del EPI -nombre del informe en inglés- el país mejoró en la categoría contaminación de aire, actualmente tiene 30.65 puntos, en comparación a los 25.15 que recibió en el índice de 2016.
Aunque en términos generales esta evaluación no es muy buena, el estudio concluye que en nuestro país se realizan ingentes esfuerzos por mejorar en esta área, la que, cabe señalar, está relacionada con los indicadores de emisiones de los gases de efecto invernadero, óxidos de nitrógeno (NOX) y dióxido de azufre (SO2).
Pasando a otra de las categorías que fueron objeto de estudio, en el informe se revela que Nicaragua mejoró bastante en el aspecto relacionado con el clima y la energía, donde tuvo la puntuación de 58.63, mientras que en 2016 fue de 40.62. Esto tiene que ver con la emisión de gases de efecto invernadero como el dióxido de carbono (CO2), metano (CH4) y óxido nitroso (N2O).
También en el EPI se da a conocer que el país se mantiene en una buena puntuación en el rubro de la pesquería, donde en la actualidad tiene un puntaje de 67.97, en comparación a los 67.11, en del estudio anterior. Para esto se analizó el estado de la población de peces y el índice trófico marino regional, es decir, la cadena productiva del mar.
En cuanto a la otra categoría: “Hábitat y Biodiversidad”, índice que se refleja en el estudio de Yale menciona que Nicaragua tiene un buen puntaje, de 85.68, debido a que los indicadores como protección de biomas, es decir, ecosistemas, nacional y global y el resguardo de especies, están bien calificados.
No obstante, el que se haya mejorado en estos aspectos no implica que deben descuidarse otros, por lo que el estudio recomienda una mayor preocupación en el tema de recursos hídricos, en el que Nicaragua obtuvo la calificación más baja, con cero por ciento. Para obtener este resultado, el indicador que se evaluó fue tratamiento de aguas residuales.
El EPI es realizado desde hace 20 años y se ha basado durante mucho tiempo en dos objetivos de política: Salud Ambiental, que mide las amenazas a la salud humana, y Vitalidad de los Ecosistemas, que mide los recursos naturales y los servicios de los ecosistemas. Los datos para el EPI 2018 provienen de organizaciones internacionales, instituciones de investigación, instituciones académicas y agencias gubernamentales.