* Entre los últimos meses de 2016 y los primeros de 2016, la Fundación Violeta Barrios de Chamorro repartió US$ 479,899 (Cuatrocientos setenta y nueve mil, ochocientos noventa y nueve), es decir, casi medio millón de dólares, entre un grupo de medios que “casualmente” aparece ahora involucrado en el fracasado intento de golpe de Estado.
Estamos claros de que la mayoría de personas que apoyó inicialmente las protestas en contra el gobierno del presidente Daniel Ortega, se dejó sorprender por la campaña de mentiras, odio y miedo echada a andar por los cabecillas del MRS, sus ONG, los grandes empresarios y los medios de comunicación de la derecha.
Esa gente reaccionó y dejó solos a los dirigentes golpistas, que ahora únicamente son seguidos por un reducido número de jóvenes y adultos que intenta reeditar, sin éxito, los tranques y barricadas que tanto luto y destrucción dejaron en meses recientes.
¿Están confundidos o engañados los seguidores de la cúpula golpista? ¿Son personas que buscan de manera equivocada su incursión en la política?
Las evidencias obtenidas desde hace varios años, y las de los últimos meses, cuando sus financiadores se descararon creyendo que ya tenían derrotado al sandinismo, nos confirman que los que siguen intentando derrocar al FSLN y a su líder Daniel Ortega, son los “cuadros” y “cuadritos” intermedios del MRS, sus ONG y medios de comunicación, que reciben dinero a través de organismos desestabilizadores de Estados Unidos y Europa.
No se crea que es casualidad, por ejemplo, que el señor Aníbal Toruño, dueño de Radio Darío, de León, es un “inocente” ciudadano que lucha por la libertad de expresión. La verdad es que pertenece a un grupo escogido de propietarios de medios de comunicación que reciben gruesas sumas de dólares provenientes de la USAID, y triangulados a través de la Fundación Violeta Barrios de Chamorro.
Esta gente, ligada al periodismo y a redes sociales, fue reclutada para ser parte importante del golpe de Estado, diseminando falsedades y creando un molde de comportamiento propenso a la desesperación y el temor ante hechos presuntamente catastróficos que estaban o están por ocurrir en nuestro país.
Cada medio y sujeto involucrado en la intentona golpista, es un elemento clave, un eslabón indispensable en la cadena de muertes y destrucción de que fuimos víctimas entre abril y junio pasados. Por eso es que están bien pagados, su fidelidad descansa en decenas de miles de dólares que reciben con regularidad.
Los golpistas tenían todo preparado de manera milimétrica. Atacarían, matarían, destruirían y de inmediato entrarían en acción los medios de comunicación cómplices y sus oenegés de derechos humanos, las que por cierto se disputan la titularidad en calumnias y desvergüenza, a fin de ser mejor beneficiadas a la hora de la repartición.
Cuando individuos como Toruño fueron detectados y desenmascarados por la población que enfrentó a los delincuentes de los tranques, saltaron el CENIDH, la ANPDH y la CPDH, denunciando una inexistente censura informativa.
Y por supuesto que también tronó La Prensa, donde una de cuyos directivos, Cristiana Chamorro Barrios, es precisamente la encargada de distribuir las generosas “donaciones” que entrega la USAID para los golpistas de los medios de comunicación.
Chamorro y su familia brindan un servicio completo a los organismos norteamericanos y europeos que desde hace algunos años venían preparando a los dirigentes golpistas a todos los niveles. Los reclutan a billetazo limpio y luego buscan como “lavarles la cara” cuando son descubiertos en plena sucia labor.
Cuando quemaron Radio Ya con más de veinte personas adentro, La Prensa publicó el hecho como proveniente del “pueblo enardecido que persiguió a las turbas que atacaron a los estudiantes”. No hubo ninguna alusión al peligro de muerte que corrieron periodistas y demás trabajadores de la radioemisora sandinista.
En cambio, cuando ocurrió lo mismo con Radio Darío, La Prensa hizo suyas las palabras de Aníbal Toruño, quien aseveró que “un “comando del Gobierno”, “además de quemar la emisora, tenía la intención de matarlo junto a las nueve personas que permanecían laborando”.
Entre los últimos meses de 2016 y los primeros de 2016, la Fundación Violeta Barrios de Chamorro repartió US$ 479,899 (Cuatrocientos setenta y nueve mil, ochocientos noventa y nueve), es decir, casi medio millón de dólares, entre un grupo de medios que “casualmente” aparecen ahora involucrados en el fracasado intento de golpe de Estado.
Entre los favorecidos se encuentran: La Prensa, Radio Darío, TeleNorte, Canal 12, Onda Local (del grupo CINCO de Carlos Fernando Chamorro), Radio Corporación, La Costeña, Radio Romance, Radio Universidad y Stereo Vos.
Cada dueño de medio recibió un promedio de 42 mil dólares. Solo tenemos recibos de una entrega e ignoramos si desde 2015 a esta parte han recibido más dinero por esa vía.
¿Será casualidad que los medios arriba señalados estén en la misma sintonía de los golpistas? ¿Es producto del azar el hecho de que todos reciban dinero de Estados Unidos y de la Fundación Violeta Barrios de Chamorro?