A partir de este miércoles publicaremos una serie de perfiles de directores de Organismos No Gubernamentales (ONG) de Nicaragua, cuyo involucramiento en labores de desestabilización los ha empujado a caer en acciones reñidas con la ley en cuanto a delitos que lindan con el blanqueo de dinero y el crimen organizado.
Una de las más caracterizadas es Violeta Mercedes Granera Padilla, quien se la pasa pidiendo a grito partido el respeto a las leyes, sin embargo, ha sido una de las primeras en violentarlas.
Los datos que logramos reunir de esta señora son los siguientes:
Cédula: 281-051151-0001T.
Dirección: Colonia Becklin, km 13, carretera Sur.
Cargo: Directora Ejecutiva del Movimiento por Nicaragua (MpN).
Otros cargos: Representante de Agencias Extranjeras.
Granera y su Movimiento por Nicaragua son financiados por la NED, NDI, IRI y Fundación Soros, entre otros.
De la National Endowment for Democracy (NED), conocida también como “Proyecto Democracia”, ya hemos expuesto algunas cosas. Vale decir, no obstante, que en julio de este año fue expulsada de Rusia por inmiscuirse en asuntos internos y amenazar la seguridad nacional y la capacidad de defensa de la gran nación europea.
Por el peligro que la NED representaba, fue declarada junto a otras de su calaña como “ONG indeseable”. Si la NED provocó tal reacción en Rusia, solo imaginemos lo que es capaz de hacer en la pequeña Nicaragua, donde sueltan dinero a manos llenas con el fin desestabilizarla.
Otro grupo que financia a Violeta Granera Padilla es la Fundación Soros, también señalada como una de las que podría abandonar Rusia tras ser descubierta en sus actividades conspirativas.
El 25 de mayo de 2015, el presidente ruso Vladimir Putin firmó un proyecto de ley que prohíbe las actividades de grupos extranjeros que representan una amenaza para la seguridad nacional de Rusia o sus capacidades de defensa.
El proyecto de ley, aprobado por ambas cámaras del parlamento ruso, dice que los grupos que caen en esta categoría de «indeseables» serán sancionados. Las autoridades rusas también clasificaron a las «revoluciones de color» como una forma de guerra irregular en contra de la nación.
En Nicaragua las ONG opositoras reciben dinero de muchas más organizaciones, y la misma Granera Padilla es financiada además por el NDI e IRI, ambos abiertamente hostiles a los gobiernos de izquierda o democráticos.
Esta señora es una agente asalariada de estos organismos norteamericanos que han organizado a muchas ONG locales cuyos dirigentes se autodenominan “sociedad civil”, sin embargo, sus actividades están dedicadas enteramente a socavar la autoridad institucional del presidente Daniel Ortega. Tomando como ejemplo lo dicho por el gobierno ruso, esta también es una guerra irregular contra Nicaragua.