Nos ataca un viejo enemigo

Los gobiernos fuera de la influencia política de Estados Unidos no desconfían por puro gusto de organismos como la USAID, NED, IRI, NDI y otros, que financian a partidos políticos, medios de comunicación, periodistas, sindicatos y en los últimos años a las ONG opositoras.

 Menos desde que el presidente Barack Obama nombró en una decisión controversial al ex agente de la CIA, Mark Feierstein, como administrador precisamente de la Agencia para el Desarrollo Internacional (USAID).

Feierstein fue señalado en los años 80 como “Gerente de Proyecto” en Nicaragua de la National Endowment for Democracy (NED), que actuó como punta de lanza en la guerra sucia interna para que el FSLN perdiera las elecciones de 1990.

Renacer de “halcones”

Fue luego director para América Latina y el Caribe del Instituto Democrático Nacional, otro instrumento de injerencia imperial subsidiado por la USAID, que actúa paralelamente al Instituto Nacional Republicano en distintas operaciones de desestabilización.

Hace poco, Feierstein admitió que Estados Unidos invierte mil millones de dólares anualmente en las operaciones “humanitarias” en Latinoamérica y el Caribe a través de la USAID.

Ese monto, sin embargo, es poco para la congresista ultraderechista Ileana Ros-Lehtinen, quien protestó airadamente en su momento por el recorte a los presupuestos para el trabajo de la USAID en países del ALBA lo cual, según ella, traslada un mensaje equivocado a los grupos opositores.

No obstante, Feierstein aclaró a la “halcona” cubana que pese a los recortes realizados para Nicaragua, Ecuador y Bolivia, el apoyo sigue siendo importante, porque los recursos van destinados a la promoción y lucha por la “democracia”, eufemismo que se utiliza al no poder reconocer públicamente que son contribuciones para los grupos opositores.

Siguen viéndonos como “el patio”

Como se aprecia, esta gente habla de nuestros países considerándolos siempre su “patio trasero”. Los fondos que año con año suelta la USAID a los opositores de Nicaragua, constituyen el segundo intento de este organismo, fachada de la CIA, para derrocar a un gobierno sandinista, esta vez con los nuevos métodos contenidos en los “golpes suaves”.

Feierstein ha sido señalado en varios golpes de Estados, carrera que empezó con Nicaragua en la década de los 80 con la NED, una organización actualmente muy activa en nuestro país en lo que a financiamiento a las ONG opositoras se refiere.

La USAID no es la única. Servicios de inteligencia norteamericanos y europeos son omnipresentes en toda América Latina bajo la fachada de ONG, interviniendo en la vida política nacional siempre a favor de los intereses del Norte y de la oligarquías locales asimiladas, según se ha denunciado.

 

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