Preocupaciones de Mrs. Powers

* En Nicaragua el gobierno y la empresa HKND han prometido justas indemnizaciones, y embajadora olvida en entrevista de “bola pasada” que su país realizó la mayor expropiación del mundo en el siglo pasado al quitarle Panamá a Colombia, y a cambio le entregó San Andrés y Providencia, que nos pertenecían.

 La clase gobernante de Estados Unidos despojó de sus tierras a los indígenas que las habitaban y los recluyeron en humillantes reservas con soberanía limitada que, entre otras pequeñas cosas, les permite poder instalar casinos y otros locales de juegos.

Y si hablamos de la forma en que los exterminaron los colonos europeos, ingleses en su mayoría, es para espantarse. Fue un crimen de lesa humanidad en toda regla, cuya memoria han querido borrar con las películas de vaqueros, en las que los nativos aparecen como los sempiternos malos que se oponen a que los elegidos y blancos invasores completen su misión de toma de tierras para sus afligidas familias.

Queda poco de todo lo que encontraron originariamente los hambreados ingleses que arribaron a tierras de América del Norte. Unos cuantos indígenas, muchos de ellos alienados por el capitalismo. Los arrasaron los invasores, y los WASP (White, Anglo-Saxon and Protestant), la verdadera clase privilegiada de Estados Unidos, pretendió cumplir una misión de socorro cristiano metiéndolos en reductos.

Su propio montaje

¿A qué viene esto? Pues a la “preocupación” de la saliente embajadora de Estados Unidos, doña Phyllis Powers en torno al montaje que su gobierno y la oposición política de Nicaragua, han realizado en torno a las expropiaciones en la ruta del canal interoceánico.

Ella, que proviene de la más grande potencia en el mundo, conoce que cuando el progreso llega a zonas habitadas, hay afectaciones inevitables. Si una carretera o una vía férrea pasa por terrenos privados, tendrán que ser expropiados o declarados de uso público.

No va a esperar el gobierno de Estados Unidos ni ningún otro, a que al propietario de tierras le entre la gana de vender su propiedad. Tampoco permitirán que suba el precio de manera absurda.

Entrevista acomodada

En Nicaragua no es ese el caso. Se ha planteado indemnizar a los dueños con precios justos o reubicarlos en tierras con la misma o parecida vocación agrícola de la que fueron removidos, si ese es el caso.

Pero el canal y el episodio de las tierras en su ruta, son el pretexto del gobierno de Estados Unidos y la oposición que impulsan un movimiento que busca derrocar al presidente Daniel Ortega, o impedir que el FSLN gane las elecciones de 2016.

A Powers por supuesto que no le interesan los “indios” de estos lados, la señora planteó a un medio de comunicación que la interrogó ex profeso, qué va a pasar con las expropiaciones y cómo van a hacerlas, porque hay gringos que tienen propiedades en la ruta canalera.

¿Cuántos norteamericanos podrían tener tierras en la ruta del canal interoceánico en Nicaragua? Con uno que tenga propiedades ahí, es seguro que los Estados Unidos armarán tremendo lío si no se cumplen sus caprichos. De hecho, ya lo están haciendo y prueba de ello es la entrevista servil y las declaraciones injerencistas de la señora Powers.

¿Y quién les reclama a ellos?

La diplomática dijo que para su gobierno es difícil opinar sobre el proyecto del canal sin conocer los estudios de factibilidad, de impacto social y ambiental. Y no podemos más que quedarnos perplejos. ¿Cuántas obras realizan a diario en Estados Unidos? ¿En cuántas tenemos derecho a opinar los nicaragüenses?

Y si llegáramos a opinar aunque sea a destiempo como en el caso de los nativos exterminados, ¿creen ustedes que esto les importa a los WASP del imperio?

¿Quién reclamó a Estados Unidos por los miles de personas que murieron durante la construcción del canal de Panamá por pestes como la malaria y la fiebre amarilla o por los trabajos forzados?

Panamá fue la mayor expropiación

¿Y acaso no realizaron los gringos quizás la mayor expropiación del siglo pasado al quitarle Panamá a Colombia para construir su canal, permitiéndole en compensación al país sudamericano que se quedara con el territorio nicaragüense de San Andrés y Providencia?

¿Serán los representantes norteamericanos los mejores jueces para opinar sobre las obras de desarrollo en Nicaragua, un país invadido reiteradamente por sus tropas o agredido por sus engendros locales como la Guardia Nacional de Somoza y el ejército mercenario de la ex Contra?

Que la vaya bien a doña Phyllis y que se guarde sus “preocupaciones”, que ya tiene muchas de esas el mundo con el proceder criminal de la clase gobernante de su país, encabezada por lo que queda de los pulcros White, Anglo-Saxon and Protestant.

 

 

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