4-0: Victoria del Real Madrid

 

Agencias

El Madrid gana sin problemas al Ludogorets que se quedó con 10 en el minuto 18 por una roja directa de Marcelinho al evitar un gol con la mano

Un penalti que marcó Cristiano para abrir el marcador. 

 

 

El Real Madrid tuvo una excelente noche en el punto y final de la liguilla de la Champions League que acaba con pleno de victorias. Los blancos cumplieron con lo previsto y ganaron a un Ludogorets que no fue la perita en dulce que se esperaban muchos, pero tampoco el equipo destinado a truncar la racha de victorias de este Real Madrid que ya suma 19 de forma consecutiva. Un triunfo que llegó tal y como se esperaba, al igual que no faltó a la cita el gol de penalti de Cristiano. Eso sí, esta vez, el penalti fue clarísimo por mano de Marcelinho para evitar el tanto de Varane. Una acción que significó el penalti y la roja directa para el jugador del Ludogorets.

Todo eso pasó en el minuto 18 de partido y entre unas cosas y otras, hasta el 20, Cristiano no lanzó el penalti para poner el 1-0 en el marcador. Antes de eso, el Real Madrid había ya disfrutado de ocasiones para marcar a un Ludogorets que buscaba la contra para dar la sorpresa, pero que atrás se las veía y se las deseaba para sacar el balón ante la presión de un Real Madrid jugando con sólo Kroos, Isco, Bale y Cristiano como titulares habituales.

Ancelotti, con el partido ya ganado, le dio la última hora a Jesé en su regreso a la Champions, competición en la que se lesionó en marzo pasado. El canterano entró por Kroos, lo que significó que el Madrid cambiara a un 4-4-2 con Jesé y Bale por bandas; Cristiano y Chicharito en punta e Isco actuando de mediocentro al lado de Illarra, un puesto para el que Ancelotti ya ha dicho en más de una ocasión que el andaluz está listo para jugar. Con este nuevo dibujo, el Real Madrid seguía mandando y creando ocasiones claras para volver a marcar. También tuvo las suyas el Ludogorets, pero no era su noche, pero suficiente era lo que estaba haciendo con 10 sobre el campo. El público del Bernabéu quería más y la tomó con Bale al que incluso pitaron por ser demasiado individualista y fallar pases fáciles. Todo eso, para desesperación de un Cristiano Ronaldo cada vez que no le llegaba un balón de Bale o de otro compañero. Acompañado de algún que otro gesto de desaprobación y de rabia por no poder aumentar su cuenta goleadora. 

El que sí marcó fue Arbeloa en el minuto 80 en un tanto de esos llamados fantasmas, pero que el árbitro de gol dio tras unas dudas iniciales. Era el 3-0 que no ponía el punto y final a la plácida noche que tuvo el Real Madrid. El broche de oro lo puso el canterano Medrán que entró por Bale minutos antes y que en el minuto 88 marcó  el 4-0  gracias, eso sí, a la colaboración de un jugador búlgaro al que le dio en el pie el disparo de Medrán provocando que el balón hiciera una parábola ante la que nada pudo hacer el meta del Ludogorets. 

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