Según los testimonios recogidos por Acnur en la localidad griega de Kalamata, en la península del Peloponeso, hubo “41 sobrevivientes, de los que 37 son hombres, tres mujeres y un niño de tres años”
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los refugiados (Acnur) mostró su temor de que al menos 500 personas hayan muerto la semana pasada en el naufragio de un barco en aguas del Mediterráneo entre Libia e Italia, dos días después de que esta información circulara por agencias noticiosas, sin ser confirmada oficialmente. Según el texto difundido por los medios, la información le fue transmitida a Acnur por algunos supervivientes de esa tragedia en la localidad griega de Kalamata y puede constituir “la peor tragedia que ha afectado a refugiados y migrantes en los últimos doce meses”, alertó la organización. En contraposición a esta noticia, la Unión Europea afirmó ayer que existe un “descenso sustancial” en las llegadas de migrantes ilegales a su territorio, desde que entró en vigor un acuerdo de devolución alcanzado el mes pasado con Turquía para intentar contener la peor crisis de refugiados europea en 70 años.
Según testimonios recogidos por Acnur en la localidad griega de Kalamata, en la península del Peloponeso, hubo “41 sobrevivientes, de los que 37 son hombres, tres mujeres, y hay un niño de tres años”, que fueron rescatados por un barco mercante que los llevó a Kalamata el 16 de abril. Se trataría de 23 somalíes, 11 etíopes, seis egipcios y un sudanés. “Los supervivientes nos han dicho que formaban parte de un grupo de entre 100 y 200 personas que salieron la pasada semana de una localidad cercana a Tobruk en Libia en una embarcación de unos 30 metros de eslora”, agrega el comunicado de la organización humanitaria.
A principios de esta semana, la cadena británica de noticias BBC había informado del hecho y publicado declaraciones de algunos de los 41 sobrevivientes, pero los servicios de guardacostas de Italia, Grecia, Libia y Egipto habían señalado que no podían confirmar la veracidad del relato. Ese mismo día, el gobierno de Somalia aseguró que 400 personas, en su mayoría somalíes, habían muerto, pero luego rebajó la cifra a 200, más tarde dijo que los muertos habían sido incluso menos, y finalmente dejó de mencionar la cantidad de víctimas que provocó el hecho.
La noticia del naufragio se conoció el lunes, mientras los cancilleres de la UE celebraban una cumbre en Luxemburgo, y aunque el canciller italiano, Paolo Gentiloni, aludió al hecho como “otra tragedia en el Mediterráneo”, con el correr de las horas no hubo ninguna confirmación de la noticia por parte de su gobierno desde Italia. El ministro de Relaciones Exteriores alemán, FrankWalter Steinmeier, habló de más de 300 muertos, pero al igual que Gentiloni aclaró que todo era en base a las “primeras informaciones” que habían recibido. Según dijo ayer Acnur, entre los 41 sobrevivientes hay personas que estuvieron a la deriva en el mar durante posiblemente tres días, hasta que el 16 de abril fueron encontrados y rescatados.
El organismo dijo que visitó a los supervivientes de la tragedia que están temporalmente ubicados en el polideportivo de Kalamata, en donde las autoridades griegas iniciaron procedimientos policiales para su identificación. “Acnur sigue pidiendo que se incrementen las vías regulares para la admisión de refugiados y peticionarios de asilo en Europa”, señaló el organismo. Y precisó que entre ellos incluye el reasentamiento, los programas de asistencia humanitaria, la reunificación familiar y los patrocinios privados y para estudiantes, así como la concesión de visados de trabajo para los refugiados.
De confirmarse el relato de los migrantes rescatados, Europa estaría ante una tragedia similar a la que se produjo hace un año, cuando 700 personas desaparecieron en aguas del Canal de Sicilia al intentar alcanzar las costas de Italia. Ese suceso se convirtió entonces en la mayor tragedia de este tipo ocurrida en el Mediterráneo en las dos últimas décadas.
La Comisión Europea (CE), órgano ejecutivo de la UE, hizo un balance del estado de la aplicación del plan que los 28 países del bloque firmaron con Turquía el 18 de marzo, y que entró en vigor dos días después. De acuerdo con esos datos, en las tres semanas anteriores al 20 de marzo, 26.878 personas llegaron de manera ilegal a las islas griegas, mientras que 21 días después de la aplicación del plan con Turquía eran ya solo 5.874 inmigrantes indocumentados.
Para el comisario europeo de Migración, Interior y Ciudadanía, Dimitris Avramopoulos, se han hecho progresos y la UE ya ha visto una fuerte caída en el número de personas que cruzan desde Turquía a Grecia, lo que significa que los traficantes en el área “han sido golpeados” por el plan del bloque. En virtud del acuerdo, el 4 de abril la UE comenzó con las primeras devoluciones a Turquía de migrantes llegados de manera irregular a las islas griegas del mar Egeo, así como también con el reasentamiento de refugiados sirios en territorio comunitario.
Hasta ahora se produjeron 325 expulsiones a Turquía de migrantes que no solicitaron asilo en Grecia y que llegaron después del 20 de marzo a las islas, y 103 sirios fueron reasentados en Europa bajo el sistema “uno por uno”, mediante el cual la UE acoge a un sirio por cada sirio deportado a Turquía. Para asistir en las operaciones de devolución, la agencia de control de fronteras de la UE, Frontex, desplegó 318 funcionarios y 21 expertos de readmisión en las islas griegas, y un total de 25 funcionarios turcos de enlace se encuentran en los centros de identificación y registro de Grecia y cinco griegos están en puntos de llegadas en Turquía.