Disfrazar actividades políticas como deportivas, recreativas o culturales, es uno de los nuevos “modus operandi” de las ONG opositoras que reciben dinero de la Central de Inteligencia Americana (CIA), para sus movimientos desestabilizadores en Nicaragua.
Charlas pro votos, torneos deportivos “por la democracia”, foros educativos por el voto, obra teatral “fiesta electoral”, pago a medios de comunicación y por supuesto los jugosos estipendios, conforman el peligroso panorama que busca perturbar la paz del país, el más seguro de Centroamérica.
El juego desestabilizador empezó en 2006, cuando las encuestas perfilaban al FSLN como claro ganador en las elecciones presidenciales de ese año. Entonces, los organismos de Inteligencia de Estados Unidos reclutaron, con jugosas pagas o “estipendios”, como eufemísticamente le llaman, a todos aquellos que adversaban al sandinismo.
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