Parlamentarios de las bancadas de izquierda de Europa y América Latina expresaron solidaridad con Nicaragua tras el fallido golpe de Estado, según se conoció hoy aquí a través de una declaración conjunta.
“Condenamos a todos aquellos que poniendo en cuestión la soberanía y los intereses de la patria nicaragüense apuestan por la desestabilización”, refieren en el texto firmado en Viena, en el contexto de las reuniones de las comisiones parlamentarias permanentes de Eurolat.
Los diputados también rechazan a quienes dirigieron a delincuentes y grupos vandálicos para ejecutar actos terroristas y violentos, que durante más de tres meses (de abril a julio) le robaron la paz a los nicaragüenses.
Asimismo expresan que acompañan con su fuerza solidaria al pueblo en su petición de justicia por los ciudadanos y policías secuestrados, torturados y asesinados durante la intentona.
“Nos unimos a la lucha en contra del injerencismo extranjero y por la sostenibilidad de la soberanía de Nicaragua, y felicitamos el heroísmo del pueblo que resistió y va ganando cada día nuevamente la paz”, señalan en el documento.
Además, se pronuncian en contra de ‘la arremetida imperialista que ha atentado contra algunos dirigentes y países de América’.
En ese sentido repudian la “persecución judicial, política y mediática y las campañas de criminalización que sufren distintos líderes progresistas, como (Luiz Inácio) Lula da Silva, Rafael Correa o Cristina Kirchner”.
Sobre Venezuela, expresan su rechazo a los ataques y medidas unilaterales que buscan atentar contra la soberanía del país.
También exigen el levantamiento incondicional, total y definitivo del bloqueo económico, financiero y comercial de Estados Unidos contra Cuba, y la indemnización al pueblo por los daños y perjuicios causados durante más de 50 años.
Además, reclaman la devolución al país del territorio ocupado por la nación norteña en la provincia de Guantánamo, donde Washington mantiene una base naval.
Los grupos parlamentarios de izquierda saludaron la consulta popular que se desarrolla en Cuba sobre el proyecto de nueva Constitución, lo cual calificaron de ejercicio democrático.