Comandante
Daniel Ortega Saavedra
Presidente de Nicaragua
Compañera
Rosario Murillo
Vicepresidenta de Nicaragua.
Estimado Presidente Daniel y estimada Vicepresidenta Rosario Murillo.
Los pastores y pastoras firmantes de esta carta pertenecemos a diversas denominaciones, ministerios y comités pastorales quienes nos hemos integrado al Movimiento Pastoral Justicia y Paz, para impulsar procesos de reflexión y acciones de manera conjunta a fin de unir esfuerzos, talentos y voluntades para el bien común. En el desarrollo de este visón nos une:
• Una fe y una esperanza en el Cristo Resucitado, Señor y Salvador de nuestras vidas.
• Un compromiso por el reino de Dios en “el aquí” y en “el ahora”.
• Una práctica social comprometida con el prójimo, como sujeto y constructor de una sociedad basada en la verdad, el amor y la justicia.
• Un legado histórico de nuestros hermanos y hermanas que ofrendaron sus vidas por una causa justa, para que tengamos una Nicaragua en paz, justicia y desarrollo.
Como pastores y líderes evangélicos avanzamos hacia el futuro con fe, nuestra visión del mañana no se basa en cálculos matemáticos o físicos sino desde una perspectiva de fe.
La historia biblia y nuestra propia historia nos enseña que al pueblo de Dios nunca le han tendido ni rosas ni una alfombra roja para caminar, sino que ese pueblo que camina por el mundo gritando ven Señor, ha tenido que caminar sobre espinos y piedras punzantes. Pero en ese caminar no vamos solos, Dios camina con nosotros.
Es desde esta dimensión de fe que retomamos las palabras proféticas de 2da de Reyes 6: 16: y le decimos: “No temas, porque son más los que están contigo, que en contra de ti”.
En el documento interno que les hemos enviado, entre otros puntos hemos valorado la crisis a la que fuimos sometidos del 19 de abril al 18 de julio y creemos que ese fue un tiempo donde fuimos probados “como el oro en el fuego” (1 Pedro 1:7) y “zarandeados como trigo” (Lucas 22:31) Tiempo en que Jesús nos invitó a caminar sobre las aguas turbulentas. Y nos mostró el cumplimiento de su promesa: “No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia. (Isaías 41: 10).
Comandante Daniel, hermano Presidente. El Señor y Dios de la historia no nos ha dejado a la deriva ni a merced de los poderosos. El cumple sus propósitos en medio de las contradicciones humanas y solo Él sabe cómo trata con cada uno de nosotros. Como pastores que proclamamos el reino de Dios podemos dar testimonio de como Dios ha venido tratando con usted, hemos visto como siervos ungidos de Dios como Yiye Avila, Jorge Raschke y David Spencer han dado palabras proféticas de bendición y de fortaleza para usted, su familia y Nicaragua.
Como pastores que acompañamos a la grey de Dios hemos asumido la misión y el compromiso de ser “sal fuera del salero” corriendo el riesgo que eso implica. Porque el ser “sal y luz” de la sociedad implica asumir un compromiso con los pobres (los bienaventurados de Jesús) implica ubicarse en la intercepción Iglesia y Sociedad avanzando en y junto al pueblo hacia la plenitud de los tiempos. Y en ese caminar de vivir la fe en la solidaridad, en el compromiso y en la entrega hacia el otro no podemos callar, ni ser indiferentes ante las interrogantes del Señor de la Historia: ¿Dónde está tu hermano? Y ¿Qué hiciste por tu hermano? Son interrogantes de Dios que exigen y demandan de una respuesta concreta.
Usted es nuestro hermano que Dios lo ha puesto en eminencia y Dios nos preguntará que hicimos por usted. Así como también nos preguntará que hicimos por el hermano más humilde de nuestro pueblo. Nuestra respuesta está en marcha. A nuestro hermano Daniel, Presidente de Nicaragua lo estamos apoyando en oración y suplicas en el espíritu para que Dios le dé más vida, salud, energía y sabiduría. Lo estamos respaldando en todas las acciones que su gobierno está impulsando en pro de la vida, la paz, el desarrollo y la reconciliación. Lo estamos respaldando para que todos los programas sociales se fortalezcan y se amplíen en beneficio los más necesitados.
Presidente Daniel, Vicepresidenta Rosario, cuenten con nuestro respaldo en vuestra gestión presidencial. Aquí estamos de pie, parados en la brecha del camino levantando un valladar para que los malvados no impongan su agenda de muerte, para que los antivalores no destruyan la paz y la armonía de nuestro pueblo. Aquí estamos como agentes del reino de Dios, con las armas de la fe y con el sustento bíblico para enfrentar a los agoreros y profetas del imperio, para enfrentar a los lobos vestidos de piel de ovejas que lo único que hacen es devorar al pueblo.
Enfrentaremos las mentiras con la verdad. No claudicaremos en defender la fe bíblica, en defender los proyectos de vida, la revolución social, por difíciles que sean los momentos que tengamos que enfrentar y recuerden: “Nunca se aparten de ustedes la misericordia y la verdad; atenlas a sus cuellos, escríbanlas en las tablas de vuestros corazones” (Proverbios 3: 3). Den la Gloria a Dios en todo. Y “la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardara vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús” (San Pablo).
En representación del Movimiento Pastoral Justicia y Paz, firmaron 50 pastoras y pastores evangélicos.