El intérprete, que participó en la película ‘El coronel no tiene quien le escriba’ y la serie ‘Ingobernable’, fallece a los 79 años
Fernando Luján ha muerto este viernes a los 79 años en su casa de Puerto Escondido, en el Estado de Oaxaca. El actor, nacido en Colombia pero de nacionalidad mexicana, se encontraba de vacaciones junto a su esposa, la también actriz Martha Mariana Castro. Luján era uno de los intérpretes más reconocidos por sus roles en teatro, cine y televisión. Su trayectoria, de 65 años, abarcó los momentos más oscuros del cine mexicano, pero también gozó del resurgimiento de esta cinematografía en los años 90. El actor alcanzó el reconocimiento internacional por su participación en películas como El coronel no tiene quien le escriba (1997), de Arturo Ripstein, o, más recientemente, Cuando los hijos regresan (2017), una comedia de Hugo Lara que realizó junto a la española Carmen Maura.
El protagonista de la telenovela Montecristo nació en Bogotá en 1939 durante una gira artística de sus padres. Su papá, Alejandro Ciangherotti, nació en Argentina pero migró a trabajar a México, donde se casó con la actriz Mercedes Soler, la menor de los hermanos Soler, una influyente dinastía de mucho peso durante la época de oro del cine mexicano. Luján debutó en el teatro con apenas siete años e ingresó al mundo del cine a los ocho. Después de participar en una decena de películas probó suerte en la televisión, donde debutó con 22 años.
Luján protagonizó y participó en obras que tuvieron eco internacional. Formó parte de la generación que, entre 1960 y 1970, dio un nuevo impulso a la cinematografía mexicana tras la era dorada vivida en las décadas anteriores. Su fuerte siempre fueron las comedias, aunque también fue protagonista de varias cintas del cine de ficheras, un oscuro episodio de la industria mexicana en la que predominaba la picaresca con vedettes y guiones de albures y doble sentidos.
Su carrera tuvo un nuevo aire hacia finales de siglo con su papel en la telenovela Mirada de mujer (1997), una producción que llamó la atención porque no obedecía con las ideas de género de la época. En ese momento, Luján destacaba la importancia de la obra por significar el regreso a la «producción de calidad» en la pantalla chica mexicana. La propuesta tuvo tanto éxito que se exportó a 18 países, entre ellos Estados Unidos, Brasil y la India y, en 2003, se realizó una segunda parte.
Franco Paolo, uno de los 10 hijos que tuvo el artista, fue uno de los primeros en confirmar la noticia. «No te vas de el todo, tu cuerpo parte, pero tu alma en la mía se queda eterna. De la semilla que plantaste, queda un eterno roble», publicó en su cuenta de Instagram. Le siguieron sus excompañeros de trabajo en la televisora mexicana TV Azteca, la casa que vio al colombiano alcanzar la fama. «Hace unas horas falleció el actor Fernando Luján. Descanse en paz un grande de la actuación en México», señalaron por Twitter desde uno de los programas.
Luján había sido internado de urgencia durante la madrugada del 1 de enero tras sufrir una crisis producto de una enfermedad pulmonar obstructiva que padecía. Tras la hospitalización, el actor se encontraba recuperándose de manera «estable», según comentó su esposa en una entrevista el pasado 7 de enero en un programa de televisión local.
Con varias cirugías encima, el intérprete ya se había pronunciado en 2013 en una entrevista con el periódico La Jornada sobre su complicado estado de salud. «He tenido la mala fortuna de tener operaciones muy fuertes, pero creo que hierba mala nunca muere y salgo del hospital con más ganas de vivir y pues muy contento de tener una esposa guapa y joven, tantos hijos cerca», había dicho.