Muy condicionados por su fútbol gris y un historial que juega en su contra, los azulgrana se exigen recuperar la versión mostrada ante el Tottenham y el Inter
Al Barça parece que se le ha olvidado jugar al fútbol en la Liga. Los futbolistas y el entrenador entienden que es una cuestión pasajera y que recuperarán su mejor versión en cuanto suene hoy la fanfarria de la Champions en el Groupama Stadium de Lyon (21.00). Hay camisetas que cambian la vida y la de la Copa de Europa es ahora mismo una obsesión para el Barcelona.
Asegura Valverde: “Somos fiables en las grandes citas”, y recuerda el partido ganado en Wembley al Tottenham y las eliminatorias ante el Inter y el PSV. La trayectoria azulgrana es inmaculada en la fase previa de la Champions. Ocurre que el partido de ida de los octavos de final acostumbra a ser un serio apuro, incluso desde los tiempos de Guardiola.
El recuerdo de 4-0 en París, o el 1-1 en Stamford Bridge, e incluso el 1-1 también en la temporada 2008-2009 ante el mismo Lyon, certifican que a los azulgrana les cuesta competir en febrero y, sobre todo, ganar en campo contrario: han perdido cuatro partidos y empatado uno en sus últimas cinco salidas en una ronda de eliminación y no cantan victoria fuera desde 2016 ante el Arsenal: 0-2. Hay todavía un detalle más para la preocupación: Luis Suárez no marca lejos del Camp Nou desde septiembre de 2015 en Roma.
Y ahora, además, al Barça le ha tocado un rival con hambre de gloria e invicto en el actual torneo como es el Lyon, el mismo que se batió fenomenalmente contra el Manchester City —ganó en el Etihad por 1-2 y empató en casa 2-2— y ha sido capaz de ganar también al PSG en la Liga, torneo en el que es tercero por detrás del Lille y del club de París. No son precisamente un equipo corto de miras si se atiende a las declaraciones del entrenador y del presidente del Lyon. “Cuanto más se acerca el partido más tengo la impresión de que somos favoritos”, proclama el técnico Bruno Genesio. Y remata el mandatario, Jean Michel Aulas: “Messi nunca ha estado inspirado contra el OL”.
Muy fuerte físicamente, y de un buen nivel técnico, el Lyon cuenta con un buen equipo a pesar de que tendrá la ausencia por sanción de su figura, Fekir, y las dudas de Denayer y Ndombele. Jugadores como Depay y Aouar acostumbran a marcar ahora las diferencias en un club que siempre tuvo a buenos futbolistas (Benzema, Diarra, Umtiti, Abidal, Juninho o Lacazette).
“Aquí, en su casa, tiene un gran juego de ataque, son temibles”, argumentó Valverde, preparado también por si el Lyon se despliega con una defensa de tres y opta por las transiciones rápidas y el acoso a los laterales que tanto dañan al Barcelona. La seriedad mostrada por el técnico en la sala de prensa evidenció la tensión y ansiedad con la que viven los azulgrana su regreso a la Champions. “Hay que ir con la guardia alta”, insistió para responder a los preparativos del encuentro después del inolvidable 3-0 de Roma. “No es cuestión de darse más latigazos”, zanjó Valverde. Aspira el Barça a “esa copa tan linda y deseada” que es la Champions, como dijo en verano Messi, preocupado también por el mal partido con el Valladolid y por la baja de Arthur. El 10 y el Barça se exigen despertar en Lyon.