El 4 de marzo de 2018 el exespía ruso Sergei Skripal y su hija fueron atacados con Novichok. El hecho desató una de las crisis diplomáticas más fuertes de la historia reciente entre Rusia y Reino Unido.
Ha pasado un año desde que el expesía ruso Sergei Skripal y su hija Yulia fueron encontrados inconscientes en una calle de Salisbury, Reino Unido, a causa de un agente nervioso de fabricación rusa conocido como Novichok. Hasta el día de hoy, el Kremlin sigue negando su partición en el hecho tras haber sido acusado por Reino Unido.
Durante una reciente entrevista al periódico ‘Komsomólskaya Pravda’, la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova, dijo que Rusia estaba llevando a cabo su propia investigación del caso y que no le han restado importancia.
También afirmó que el Gobierno no cuenta con información suficiente al respecto y que, si las autoridades británicas tuvieran «la más mínima prueba o declaraciones de testigos que presentar al mundo» en su contra, ya lo hubieran hecho.
Esta semana, de acuerdo con las autoridades de Reino Unido, el hogar de los Skripal y otros 11 sitios potencialmente expuestos fueron declarados libres de peligro tras una limpieza que tardó un año. Durante el proceso se recogieron 5.000 muestras tanto en Salisbury, como en Amesbury, donde una mujer perdió la vida y su esposo terminó hospitalizado tras verse expuestos al Novichock, después de haber presuntamente manipulado objetos contaminados con el agente.
La primera ministra de Reio Unido, Theresa May, llegó a Salisbury este lunes 4 de marzo y aprovechó para visitar algunos comercios. Aseguró que la ciudad está lista para los negocios luego de que la economía, según los pequeños empresarios, se hubiera visto afectada durante el último año a raíz del incidente.
Hasta hoy nada se sabe sobre Sergei y su hija. Una de sus familiares ofreció una rueda de prensa en el marco del aniversario del caso y pidió a Reino Unido hacer públicas las pruebas de supervivencia.
El origen del caso Skripal y lo que se sabe hasta ahora
Luego de que Reino Unido identificara al agente nervioso como Novichok, la policía antiterrorista anunció que esta sustancia, considerada altamente peligrosa, había sido puesta en la puerta de la residencia de los Skripal. Meses después, tanto el exespía como su hija Yulia fueron dados de alta del hospital tras una larga recuperación.
A mediados de 2018 las autoridades británicas dijeron haber identificado a dos sujetos como los presuntos autores del intento de asesinato a los Skripal y los señalaron de ser oficiales del Servicio de Inteligencia Militar rusa. Ambos llegaron a Reino Unido el 2 de marzo de ese mismo año al aeropuerto londinense de Gatwick y un día después viajaron a Salisbury, donde al parecer habrían llevado a cabo su misión, y al final del día dejaron Inglaterra hacia Moscú.
Se trataba de Alexandre Yevgenyevich Mishkin y Anatoliy Chepiga, quienes inicialmente habían sido reconocidos por Rusia como civiles bajo los nombres de Alexander Petrov y Ruslan Boshirov, respectivamente. Durante una entrevista con el canal de televisión ‘RT’, ambos rompieron su silencio y dijeron que no tenían nada que ver con el caso y que fueron a Salisbury como turistas.
El sitio web ‘Bellingcat’, dedicado a cubrir asuntos de inteligencia, reveló la presunta ocupación de ambos sujetos. De acuerdo con este portal, Chepiga es un condecorado coronel de inteligencia ruso, que además sirvió en guerras en Chechenia y Ucrania, y a quien el presidente Vladímir Putin lo nombró como Héroe de la Federación de Rusia en 2014. Yevgenyevich Mishkin, también haría parte del Departamento Central de Inteligencia de Rusia quien lo reclutó cuando realizaba sus estudios como médico en la academia militar.
Una de las crisis diplomáticas más fuertes desde la Guerra Fría
A la semana siguiente de conocerse el incidente, las relaciones entre Rusia y Reino Unido ya habían entrado en un estado de tensión. Londres dio dado plazo a Moscú para que explicara el uso del agente nervioso, algo que el Kremlin rechazó.
Fue entonces cuando la primera ministra Theresa May ordenó la expulsión de 23 diplomáticos rusos de su territorio a quienes acusó de ser agentes encubiertos del servicio secreto. En represalia, Rusia expulsó la misma cantidad de diplomáticos británicos en su suelo.
La tensión no terminó allí. De manera simultánea, Estados Unidos, Canadá, 14 países de la Unión Europea e incluso la OTAN decidieron expulsar a diplomáticos rusos. Moscú respondió de la misma manera contra esos países generando una de las mayores crisis en la diplomacia mundial desde la Guerra Fría.