El martes se cumplieron 6 años del legado del Comandante Hugo Chávez, luego de su partida física, el 5 de marzo de 2013.
Su andar no solo despertó la conciencia del pueblo de Venezuela, sino que abrazó también a los pueblos de la región, sembrando un legado de unidad y paz en América al volver a despertar el sueño de Simón Bolívar, que permanece hasta el día de hoy.
“Ante esta circunstancia de nuevas dificultades -del tamaño que fueren- la respuesta de todas y de todos los patriotas, los revolucionarios, los que sentimos a la Patria hasta en las vísceras es ¡unidad, lucha, batalla y victoria!”, dijo el Comandante Chávez en su última alocución televisada, tres meses antes de su fallecimiento físico.
Estas, que con posteridad fueron tomadas como sus palabras finales, reafirman su discurso sobre la importancia de la unión, enseñanza que ejerció no solo en palabras sino -desde los primeros años hasta su último periodo presidencial- en medidas de integración y cooperación, promoviendo principios de complementariedad regional, respeto y solidaridad a través de los organismos:
– ALBA-TPC, la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América – Tratado de Comercio de los Pueblos, fundada en 2004.
– Celac, la Comunidad de Naciones Latinoamericanas y del Caribe, creado en 2010.
– Petrocaribe, acuerdo internacional económico y social para países del Caribe, iniciado en 2005.
– Unasur, La Unión de Naciones Suramericanas, fundada en 2008.
Asimismo, a través de debates, discursos y acciones políticas, Hugo Chávez fue construyendo un proyecto de transformación de la sociedad venezolana, buscando extirpar las estructuras del sistema capitalista y fomentando los valores del socialismo: libertad, igualdad, solidaridad.
Para lograrlo más allá del papel, el Comandante estatizó el petróleo, destinando los alcances de sus ganancias a diversos programas sociales que garantizaron a la población el derecho transversal a la educación primaria, secundaria y universitaria; a la salud digna; a viviendas de calidad. Asimismo, redujo considerablemente el costo de los servicios básicos y generó oportunidades de acceso social-hasta entonces nunca vistas- a la población más pobre del país.
Lejos de los parámetros del capitalismo, que inculcan la competencia y el individualismo, este nuevo orden penetró en el modo de ser del venezolano, fortaleciendo una cultura cívica de valores humanos, de inclusión, respeto, paz, moral y humildad.
A seis años de su partida física y en un escenario de agresiones internacionales, el pueblo bolivariano de Venezuela mantiene firme el legado de Hugo Chávez como principal bandera de lucha y digna resistencia.
Sus palabras, su camino, sus obras, su quimera de una América unida y soberana son hoy el motor que empuja el andar de los hombres y mujeres que por continuar trabajando el sueño de Chávez y Bolívar son hoy asediados por algunos países del mundo.
Ante ello, vuelven una y otra vez a recordar las últimas palabras del Comandante Chávez a Venezuela: “La respuesta de todas y de todos los patriotas, los revolucionarios, los que sentimos a la Patria hasta en las vísceras es ¡unidad, lucha, batalla y victoria!”.