Los hijos de García Márquez, que hasta ahora se habían negado a que la obra maestra del Nobel se adaptase, serán productores ejecutivos
Netflix ha conseguido lo que docenas de productores de cine han ansiado desde hace medio siglo: los derechos de Cien años de soledad, la novela insignia de Gabriel García Márquez, quien durante décadas dudó que la obra pudiese funcionar en la gran pantalla. También exigía que se rodase en español, lo que durante muchos años significaba un presupuesto y la viabilidad comercial menores para el producto final. Ahora, sin embargo, las pantallas vienen en todos los tamaños y, con las series, admiten cualquier duración. Los hijos del autor, Rodrigo y Gonzalo García, han aceptado que Netflix convierta el clásico de su padre en una. Será el tercer gran proyecto en español de la plataforma, tras Narcos y Roma.
El proyecto se encuentra en las fases más básicas de gestación, pero en Netflix ya han asegurado que contratarán únicamente talentos latinoamericanos para la producción, que se rodará en Colombia. «Sabemos que será mágica e importante para Colombia y América Latina, pero la novela es universal», ha explicado a The New York Times Francisco Ramos, vicepresidente de producciones en español de Netflix.
Rodrigo y Gonzalo García harán de productores ejecutivos de la adaptación, un área en la que el primero se encuentra perfectamente cómodo tras dirigir casi una docena de películas, entre ellas Cosas que diría con tan solo mirarla(1999), el drama bíblico Últimos días en el desierto o Albert Nobbs, la adaptación de John Banville. Será su décimo proyecto televisivo, tras dirigir también capítulos de Los Soprano, A dos metros bajo tierra, The Affair, Carnivàle y Blue, una serie web que también produjo entre 2012 y 2014.
Los productores alargan con Netflix la ya de por sí enorme trayectoria de la obra de su padre. Publicado en 1967, Cien años de soledad es de esas obras cuya importancia es imposible de exagerar y cuyo legado remite a los tópicos. Ha vendido unos 50 millones de ejemplares y ha sido traducido a 46 idiomas. Su éxito, fundamental en el reconocimiento internacional de Gabriel García Márquez, y un factor clave en el Nobel de Literatura que recibió en 1982, apuntaló el boom de la literatura latinoamericana de los sesenta y setenta. Hoy se considera uno de los momentos cumbres de la cultura del siglo XX. La historia que cuenta, la de la familia Buendía, descendientes del fundador del pueblo Macondo, es desde hace décadas una de esas sagas inmortales, ininterrumpidamente vigente como lectura obligatoria por todo el mundo, tanto en institutos del medio oeste estadounidense como en altos círculos académicos europeos.