China ha exigido respeto a la soberanía de Latinoamérica al afirmar que las sanciones contra Venezuela sólo exacerban la situación en el país suramericano.
“La soberanía e independencia de países latinoamericanos debe ser respetada, lo que es la norma fundamental del derecho internacional. La interferencia externa y sanciones sólo exacerban la ya tensa situación y permiten que nuevamente prevalezca la ley de la selva”, ha afirmado este viernes el ministro de Asuntos Exteriores de China, Wang Yi, al ser preguntado sobre si su país sigue apoyando al Gobierno del presidente venezolano, Nicolás Maduro.
Al respecto, el canciller chino ha recalcado que las decisiones respecto a asuntos internos de cada país deben ser determinadas por su pueblo, y expresa que Pekín apoya la búsqueda de una resolución política a la actual situación en Venezuela.
“Ya existen suficientes lecciones de esta clase en la historia y no se debe recorrer el mismo camino desastroso”, ha aseverado Wang.
El jefe de la Diplomacia china asimismo ha defendido el fortalecimiento de los lazos de su país con América Latina, enfatizando que se debe respetar el derecho de los países latinoamericanos a fomentar sus relaciones con Pekín.
“La soberanía e independencia de países latinoamericanos debe ser respetada, lo que es la norma fundamental del derecho internacional. La interferencia externa y sanciones sólo exacerban la ya tensa situación y permiten que nuevamente prevalezca la ley de la selva”, ha afirmado el canciller de China, Wang Yi, al ser preguntado sobre si su país sigue apoyando al Gobierno del presidente venezolano, Nicolás Maduro”.
China ha denunciado en reiteradas ocasiones la injerencia extranjera en Venezuela, e insiste en que las sanciones estadounidenses sólo contribuyen a desestabilizar al país caribeño.
El canciller chino ha hecho estas declaraciones la misma jornada que el enviado de EE.UU. para Venezuela, Elliot Abrams, afirmara que Washington ampliara las sanciones contra el Gobierno de Caracas y los bancos que lo respaldan.
La medida se suma a la campaña de presión financiera y política lanzada por Estados Unidos para orquestar un golpe de Estado contra el Gobierno venezolano y sustituirlo con uno sumiso a Washington, como lo sería el de Juan Guaidó, jefe de la Asamblea Nacional (AN) de Venezuela —controlada por la oposición y en desacato desde 2016— que se autoproclamó “presidente interino” del país bolivariano con el apoyo directo de la Administración estadounidense.
Ante tal postura hostil e injerencista de Washington contra Caracas, diferentes países del mundo, como China y Rusia han manifestado su apoyo al Gobierno de Venezuela y han respaldado el llamado al diálogo del presidente bolivariano a la oposición como la única vía para resolver los problemas del país.