Si no fueran tan sangrientos los resultados, la ayuda que el gobierno de Alemania y algunos organismos paraestatales de ese país prestan a ONG opositoras como el CENIDH, de Vilma Núñez, podría parecer solamente una curiosa paradoja.
Veamos. El Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo (BMZ), de Alemania y la agencia teutona EIRENE, llevan décadas entregando fondos al Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH), dizque para la “defensa de los derechos humanos y promoción de una cultura de paz”.
Hasta el eufemismo le queda enorme a la justificación para pertrechar de recursos económicos a esta ONG y su dueña antisandinista. ¿Cuál cultura de paz ha promovido la señora Vilma Núñez? ¿Fue acaso una incitación a la armonía nacional el involucramiento del CENIDH, su propietaria y sus empleados en el intento de golpe de Estado que pronto cumplirá un año?
El escoger a adolescentes y jóvenes para “educarlos” en la defensa de los derechos humanos, corresponde al plan estratégico de las agencias norteamericanas a fin de formar una nueva generación de opositores, en cuyos hombros descansaría la desaparición del sandinismo.
EIRENE y BMZ no han parado de financiar a los grupos criminales que se amparan en la oposición política para asesinar, destruir, herir, torturar, violar y robar, a como lo hicieron en el fallido golpe de Estado del 2018 y empiezan a hacerlo en marzo de 2019 con doble propósito: intentar reeditar sus acciones sangrientas y de paso terminar con el diálogo nacional.
No quieren ningún tipo de entendimiento en obediencia a sus amos gringos y sus lacayos europeos como sectores del gobierno germánico y EIRENE, que dicen trabajar “como un actor no partidista con organizaciones para mantener espacios de diálogo y permitir la resolución de conflictos sin violencia. De esta manera contribuimos a una convivencia pacífica y una cultura de paz”.
¿Cuál será esa “convivencia pacífica y cultura de paz” que financian el gobierno alemán y sus injerencistas agencias? En 2013 entregaron 347, 500 dólares a la señora Vilma Núñez, para que preparara la cuota de adolescentes y jóvenes que le asignaron como parte del plan desestabilizador y a la espera del momento adecuado para echar a andar el “golpe suave”.
No hace falta hurgar mucho para encontrar la respuesta. En torno al intento de “golpe de Estado” de abril de 2018, EIRENE planteó en su página web que “Nicaragua ha estado en su peor crisis desde el fin de la guerra civil en los años ochenta. Las protestas contra una reforma planificada de las pensiones se extendieron a todo el país y desde entonces se han dirigido contra el gobierno actual y su estilo de gobierno autocrático”.
La agencia alemana se convierte en un eslabón más del golpismo y achaca a las “autoridades de seguridad” la disolución “violenta” de las manifestaciones, haciendo suyas las cifras más altas de personas fallecidas que corresponden a 500, señalando que hay cientos de presos políticos y unas 10 mil personas que huyeron a Costa Rica.
Sobre el CENIDH, al que llaman “nuestra organización socia”, lamentan que fuera cerrado por el gobierno después de que desde 1990 lo apoyaron con voluntarios y profesionales de EIRENE.
Y con soberbia europea llama a las organizaciones socias de EIRENE en Nicaragua y a sus empleados, a “estar disponibles para enfrentar el encarcelamiento y otras represiones personales”. Claro, el que paga, manda.
EIRENE señala que sigue proporcionando “asistencia legal y financiera y trabaja a nivel político junto con ONG alemanas y nicaragüenses para mejorar la situación. Gracias a sus donaciones privadas, podemos proporcionar ayuda rápida y sin burocracia, como cubrir los honorarios legales o ayudar a las personas en el exilio”.
Es decir, esta agencia germana financia las actividades de los golpistas que huyeron al exterior para eludir la justicia nicaragüense. Estos europeos tienen también las manos ensangrentadas con las más de 200 personas asesinadas durante el derrotado golpe de Estado.
EIRENE no dice nada de la violencia desatada por sus “organizaciones socias”, de los asesinatos que cometieron, de las vejaciones, robos, violaciones y otros muchos delitos. Tampoco señala que Nicaragua era el país más seguro de la región y uno con los índices más altos de desarrollo hasta el momento en que las huestes financiadas por ellos se lanzaron a la sangrienta aventura.
Estos son algunos de los documentos en poder de Nicaleaks: