El deteriorado estado de salud del que fuera monarca griego preocupa a su hermana, que le visita asiduamente en Porto Helli, a donde regresó hace cinco años tras 46 de exilio
La reina Sofía cuenta con dos puntales masculinos en su vida: su hijo, el rey Felipe, y su hermano, Constantino de Grecia. En ambos se apoya en momentos de zozobra. Los hijos del que fuera rey Pablo están muy unidos. Irene vive con su hermana Sofía en el palacio de La Zarzuela desde hace muchos años, lo hace discretamente como todo en ella. Constantino, de 79 años, está instalado en Porto Hellidesde hace cinco años, cuando regresó de un exilio de 46 años. Los tres hacen todo lo posible por estar juntos pero la deteriorada salud de Constantino obliga ahora a sus hermanas a desplazarse hasta su hogar griego. Operado de una grave dolencia y con problemas de movilidad que le exigen ir en silla de ruedas, el que un día fue monarca de Grecia recibe con asiduidad la visita de sus hermanas. En los últimos días se ha llegado a afirmar que doña Sofía, preocupada por su salud, se iba a instalar temporalmente junto a él, algo que ha sido desmentido oficialmente.
Constantino de Grecia y su esposa Ana María volvieron al país del que tuvieron que exiliarse tras un breve reinado —desde 1964 a 1967— interrumpido por un golpe de Estado. El entonces Rey tenía solo 24 años y acababa de casarse con su prima Ana María, princesa danesa y hermana de la actual reina Margarita. La pareja se instaló primero en Roma con sus dos hijos mayores y luego en Londres, donde nacieron los tres menores y donde han vivido hasta ahora. Pese a su peregrinar, Constantino nunca renunció a sus derechos dinásticos. El hermano de la reina Sofía vendió en 2014 su casa del elegante barrio londinense de Hampstead por 11 millones de euros e hizo las maletas con destino a Grecia con intención de quedarse. Antes hubo una maniobra de aproximación para testar el nivel de aceptación de los griegos a su vuelta al país. Nicolás, el tercer hijo de Constantino y segundo de los varones, se siente muy apegado a Grecia pese a que él ya nació en el exilio. De hecho, decidió casarse en la isla de Spetses y allí estuvieron presentes representantes de todas las casas reales europeas en agosto de 2010. Esa cita fue de alguna manera el comienzo del regreso. Nicolás se instaló tras su boda con su esposa Tatiana en Atenas, en un apartamento casualmente propiedad de Sofía Papandreu, hija del ministro socialista Giorgios Papandreu, que en 1994 expropió a la familia real griega de sus bienes y les quitó la nacionalidad. A Nicolás le interesa la política y a ella quiere dedicarse.
Durante sus años en el exilio, Constantino ha disfrutado de una vida cómoda pero sin grandes lujos. La fortuna familiar le fue retirada a la vez que le quitaron la corona. En noviembre de 2002 el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo le dio la razón al hermano de la reina Sofía, que inició una batalla legal para recuperar sus posesiones, condenando al Estado griego a indemnizarle con 12 millones de euros por los bienes confiscados.
El regreso del rey depuesto y de su familia se ha producido sin grandes alharacas pero sin esconderse, como un ciudadano más. Aunque sí hubo algunos gestos, como la celebración por todo lo alto de sus 50 años de matrimonio y la publicación de unas memorias, Sin título, una curiosa manera de titular la historia de un rey destronado.
Pero hay muchos griegos que siguen sin perdonar las pasadas interferencias de palacio en la política del país —los tejemanejes de Constantino provocaron la caída de un gobierno progresista en 1965— o el apoyo dado por la Familia Real a diversas dictaduras que sufrió Grecia. De hecho, el periódico izquierdista Efimerida ton Syntakton denunció las memorias de Constantino publicadas en 2015 como un «simple intento de lavado de cara» de la monarquía.
Doña Sofía ha apoyado siempre a su hermano. Le acompañó en el exilio y le visita en su regreso a Grecia. Hacia él corrió cuando se supo que don Juan Carlos había sufrido un accidente en Bostuana cuando cazaba junto a su entrañable amiga Corinna. Una visita breve ya que tuvo que regresar forzada por las circunstancias para reforzar el papel de la Corona en un momento complicado. Constantino ha sido el consejero de su hermana y el mediador en ocasiones con su cuñado, papel que ahora lidera el rey Felipe. Ambos son los grandes apoyos de la reina Sofía.