El exdiputado golpista José Pallais Arana, está emparentado políticamente con el dictador ya fallecido Augusto Pinochet, tras casarse en 2007 una nieta del odiado general chileno con un sobrino del actual miembro de la denominada Alianza Cívica, que fracasó el año pasado en el intento de derrocamiento del presidente Daniel Ortega.
Francisca Lucía Ponce Pinochet, nieta del fallecido dictador chileno, Augusto Pinochet, se casó por lo civil con el nicaragüense Juan Carlos Porta Pallais, en mayo del 2007 en La Concepción, Masaya, según confirmó entonces a medios nacionales el orgulloso tío José Pallais, quien ofició como notario.
En agosto del año pasado, Francisca Lucía, conocida en los medios de su país por continuos escándalos de corrupción, saltó una vez más el año pasado a las páginas de los diarios y pantallas de las televisoras al denunciarse que había usurpado enormes extensiones de tierra de los indígenas mapuche.
Antes, en 2013, la sobrina política de José Pallais Arana se había visto envuelta en otro grave caso de enriquecimiento ilícito con la empresa Soquimich, en la que compartía directorio con su padre, un hermano y un tío.
El caso estalló en Chile dado que la misma Superintendencia de Valores y Seguros sostiene que se habría conformado un esquema de operaciones truchas, armada para defraudar y enriquecerse entre los mismos directores de las sociedades antes nombradas en varias empresas que operaban en cascada.
El hecho principal es la cuestionada venta del paquete de cinco millones de acciones de la Serie A de SQM por la sociedad de inversiones Global Mining Chile a Linzor Capital Return Fund, el 29 de marzo de 2011, junto con el préstamo que obtuvo Oro Blanco de su filial Pampa Calichera, para comprar ese mismo día dicho paquete de acciones a Linzor Capital, a un precio mayor que el que ellos mismos impusieron para la venta.
La venta, según la investigación que impulsó la fiscalía de Las Condes -a la par de la que elaboró la SVS, Pampa Calichera se abrió a vender ese paquete accionario a un precio no menor que $21.100 la acción. Luego de la triangulación, fue Oro Blanco -propietaria de la anterior- quien compró las acciones a un precio de $27.138,5, lo que gatilló el reclamo de accionistas minoritarios.
En el caso de las tierras de los mapuches, en 2018 el Tribunal Supremo de Chile obligó a la nieta del dictador a devolver unos terrenos reivindicados como suelo indígena. El litigio se remonta al año 2014, cuando Francisca denunció a la población indígena de Puyehue, pueblo del sur de Chile, por usurpación de las tierras.
En la denuncia afirmó que los puyehuinos habían ocupado una zona perteneciente a ella y su familia. Sin embargo, ante el juez la nieta del dictador no pudo legitimar que esas tierras fuesen de su propiedad por lo que el fallo fue favorable a los indígenas, representantes originales del lugar.
Los delitos de usurpación del terreno o enriquecimiento ilícito no son los únicos a los que se enfrenta la familia Pinochet-Pallais en los tribunales. Según la red de prensa «BioBio» la deuda familiar con el Servicios de Impuestos Internos alcanzó hace un año y medio los cuatro millones de euros por un lado.
Una cifra a la que se suman los 13 millones de dólares demandados por la Corte Suprema chilena por apertura de cuentas en el extranjero con fondos públicos, según demostró la investigación judicial del «caso Riggs». Una deuda astronómica de la que el Fisco apenas aspira a restituir unos seis millones de dólares, según el periódico chileno “La Tercera”.
A pesar del revuelo montado y la indignación de los chilenos por el escándalo económico en el que se han visto envueltos los Pinochet, ni la matriarca ni ningún descendiente del dictador han roto su silencio para defenderse de las acusaciones, según reseñan diarios chilenos.
Aquí, en Nicaragua, no dudamos de que José Pallais Arana continúa orgulloso de haber emparentado a su familia con uno de los peores asesinos de la historia en América Latina.