En la época actual de crisis y amenazas globales por parte de Occidente y en particular de EE.UU., que no escatima esfuerzos por segar la hierba bajo los pies de Rusia y América Latina, los socios tienen una resolución que es una unión fuerte, todopoderosa y viable.
Las economías de Rusia y América Latina son en muchos aspectos complementarias, y en los países de la región latinoamericana los bienes y la tecnología rusa gozan de gran demanda. Los países latinoamericanos no se han unido a las sanciones antirrusas, a pesar de la fuerte presión de EE.UU. y la UE, lo que se convirtió en una buena base para la construcción de una cooperación comercial y económica.
Los principales socios económicos de Rusia son países como Brasil, Venezuela, Argentina, Bolivia, Nicaragua, Ecuador y Cuba, con los que existe cooperación en varias esferas, como por ejemplo la agricultura, la metalurgia, la ingeniería mecánica, la aeronáutica, la industria química, etc.
En los últimos cinco años Rusia y América Latina han logrado alcanzar un crecimiento de facturación del comercio mutuo que casi se duplicó desde 10.600 millones de dólares en 2009 hasta 18.900 millones en 2013.
«En los últimos años, Rusia y China están bailando cada vez más a los ritmos de la diplomacia latinoamericana y el comercio. Dos gigantes quieren conseguir socios para sus negocios, recursos y amigos que compartan su deseo de poner fin a la dominación de EE.UU.», escribe el medio estadounidense ‘The Trumpet’.
Y el medio tiene razón. Afortunadamente el mundo de hoy ya no es unipolar. En la competencia global, los países del grupo BRICS resisten con éxito a los países occidentales, y en ese sentido se llevan la palma China y Rusia, que con la ayuda de los países de América Latina pueden en muchos indicadores económicos adelantar a EE.UU. Así, ya existe una lista de países que quieren adherirse al bloque, ha declarado Vadim Lúkov, embajador en misión especial del Ministerio de Relaciones Exteriores ruso y secretario ejecutivo de la comisión interministerial para la participación de Rusia en el G-20 y el BRICS. El funcionario no reveló la lista, pero no se puede descartar que entre ellos haya países latinoamericanos que tienen recursos para defender su derecho a la independencia y a la identidad económica.
Por ejemplo, el arranque de operaciones del banco binacional entre Venezuela y Rusia con un capital inicial de 4.000 millones de dólares representa un desafío para la hegemonía del dólar y la economía estadounidense, según muchos expertos. Bolivia tiene el crecimiento de reservas internacionales más alto de América Latina. El Banco Central de Bolivia (BCB) anunció en enero que el país acumuló en 2014 un incremento del 50% de reservas internacionales netas (RIN), cifra que se traduce en 15.000 millones de dólares del producto interno bruto (PIB). Y la lista de triunfos de América Latina es larga.
Se puede concluir que ya se ha activado una bomba de tiempo contra EE.UU. que puede explotar en cualquier momento, lo que significa que la primera economía mundial ya no podrá recurrir a la competencia desleal, la violación del derecho internacional, la intimidación y el chantaje en la arena internacional.