María del Carmen Domínguez* | Rebelión
eldiario.es publicó estos días una entrevista con Carlos Fernando Chamorro, dueño del portal digital Confidencial. La entrevista en su totalidad recala en el falseamiento y el engaño. Las preguntas sesgadas. Las respuestas tergiversadas. Digo esto, porque desde la introducción, el entrevistador, sin conocer la realidad de Nicaragua, empieza afirmando que el portal del entrevistado, es uno de los medios más influyentes, cuando en verdad las cifras desmienten absolutamente al constatar que el 7.8% de la población nicaragüense se informa a través de medios electrónicos, lo dice el latinobarómetro, ese 7.8% que se informa por medios electrónicos no lo hace precisamente a través del portal del señor Chamorro, sino a través de una amplia gama de medios de comunicación, escritos, radiales y televisivos, entre otros.
El 70% de los nicaragüenses se informa a través de la televisión, prensa escrita y radio. Apreciaciones subjetivas caben en el periodismo cuando se trata de adjetivar una empresa, pero es bastante exagerado y caricaturesco decir que este portal es influyente en Nicaragua y menos en Centroamérica.
Con este inicio, ya la entrevista en su totalidad, se descalifica por sí misma. El argumentario que construye el señor Chamorro lo hace sobre la base de mentiras, las que, de forma cínica y consciente repite a lo largo de la entrevista.
Su planteamiento busca establecer y dar veracidad a un falso relato que supone hubo “una rebelión cívica”, a pesar de las múltiples evidencias de que las manifestaciones, en un principio pacíficas, ellos, desde su entramado de ONG mediáticas las politizaron, manipularon y convirtieron en violentas. La verdad del asunto no es que el gobierno criminalizó las protestas, la verdad es que, un sector de la oposición, desde hacía tiempo venía preparando el terreno buscando aprovechar cualquier oportunidad para sembrar caos, violencia y zozobra en el país y así justificar el dinero que desde EE.UU les han entregado para ese fin y, de paso, procurar embaucar a la opinión pública en torno a su vacío y manido discurso de que, en Nicaragua hay una “terrible dictadura”.
A pesar de la experiencia en mentiras y manipulaciones, el entrevistado, acosado por la realidad verdadera, se contradice desde el principio, cuando dice: “Nicaragua está viviendo una crisis terminal de la dictadura de Daniel Ortega. Eso no quiere decir que vaya a tener un desenlace inminente o inmediato…”
¿En qué quedamos señor Chamorro, es terminal o ya se dieron cuenta que en Nicaragua hay un pueblo sandinista mayoritario y fuerte que apoya sin fisuras el liderazgo de Daniel? O tal vez ya en frío han recapacitado y se han dado cuenta que la violencia que irresponsablemente ustedes provocaron en el país centroamericano, ha hecho mucho daño al pueblo humilde, que antes del despliegue de estos acontecimientos con los que pretendieron derrocar al gobierno legítimo de Nicaragua, venía creciendo económicamente a un ritmo único en la región. El país atraía inversión extranjera, turismo internacional masivo, estaba creando empleos y llevando beneficios sociales a toda la población nicaragüense y que, ahora, ese mismo pueblo ve en esos señores a unos simples ególatras, irresponsables y políticos mediocres a los que no les importa destruir el país con tal de lograr sus objetivos de asaltar el poder.
Mentir, mentir y mentir, esa ha sido su única fórmula política, señor Chamorro, sólo dentro de esa lógica, se puede entender que nos venga con el cuento de que en Nicaragua la iglesia católica es hoy una institución creíble, cuando todos hemos visto cómo la población decente del país ha dejado vacíos los templos que aun dirigen los curas que se pusieron al frente de la cruzada terrorista que casi destruye la nación centroamericana. Ustedes intentan por todos los medios aparecer como víctimas, cuando todo el mundo en Nicaragua sabe que han sido los victimarios. Parece que su memoria es demasiado limitada al olvidar que el obispo Báez, uno de los curas terroristas, fue trasladado al Vaticano después de hacerse público un audio en donde explica con lujo de detalles cómo él ideó la estrategia de los tranques y la violencia extrema que asoló el país.
También se olvida explicarnos el señor Chamorro, cómo, si sus manifestaciones eran pacíficas y desarmadas, murieron asesinados por armas de fuego 22 policías y más de 50 militantes sandinistas. Se le olvida explicar las humillaciones y torturas que se practicaron en los tranques de la muerte que ellos organizaron, se le olvida explicar que en medio de su derroche de violencia “pacífica” quemaron radios, edificios públicos y hasta familias enteras. Esto sin mencionar el acoso a la prensa sandinista y a la militancia.
Aunque le pese al entrevistado, fue el sólido liderazgo de Daniel Ortega en Nicaragua, lo que evitó un derramamiento de sangre como esperaba la oposición. Y es bajo la conducción de ese liderazgo sandinista que Nicaragua ha decidido continuar desarrollándose en su futuro.
La entrevista del señor Chamorro sólo deja en evidencia su desolación y frustración al ver que con sus violentas asonadas del 2018 lo único que consiguieron fue fortalecer al movimiento sandinista. Ya a lo interno de Nicaragua el pueblo tiene muy bien identificados a los que dirigieron el fallido golpe de estado, mintieron y manipularon. El abuso de la mentira y la manipulación sólo consiguió que el pueblo nicaragüense se cansara de ellos y les dejara como único consuelo ir por el mundo intentando que periodistas despistados como el señor Lafuente, les compre su discurso victimista y lleno de falacias. No obstante, la mentira, tal como demostramos, tiene unos pies muy cortos.
* Maricarmen Domínguez es socióloga, analista política, miembro del Frente Antimperialista Internacionalista.