Las lesiones del magnate apuntan «a homicidio en lugar de suicidio», asegura Michael Baden, exjefe de forenses de la ciudad de Nueva York.
El cuerpo del multimillonario estadounidense Jeffrey Epstein, que fue encontrado muerto en su celda el pasado mes de agosto cuando se encontraba a la espera de ser juzgado por tráfico sexual de menores, mostraba signos de homicidio y no de suicidio, como lo indicaba la versión oficial. Así lo ha declarado en un programa de Fox News Michael Baden, un reputado patólogo forense contratado por el hermano de Epstein para analizar la autopsia.
«Creo que la evidencia apunta a homicidio en lugar del suicidio», señaló Baden, exjefe de forenses de la ciudad de Nueva York, que aseguró que «no había visto en 50 años» de su carrera un caso de suicidio que implicara lesiones como las de Epstein.
En particular, el médico explicó que las fracturas en el cuello de Epstein son «extremadamente inusuales en ahorcamientos suicidas y podrían ocurrir mucho más comúnmente en un estrangulamiento homicida». Además, las hemorragias encontradas alrededor de los ojos de Epstein también son más comunes en casos de homicidio, indicó Baden.
«Evidencia de homicidio que debería investigarse»
La médico forense de la ciudad de Nueva York, Barbara Sampson, dictaminó que la causa de la muerte de Epstein fue un suicidio por ahorcamiento.
«Parece que esto podría haber sido un error», sostiene Baden, si bien enfatizó que su investigación independiente aún no está completada. «Aquí hay evidencia de homicidio que debería investigarse», añadió.
Por su parte, Sampson ha defendido sus hallazgos en un comunicado, en el que asegura que «la investigación médica original fue exhaustiva y completa«, y que no hay motivos para una segunda pesquisa en su oficina.