Mediante un comunicado, la fuerza repudió una agresión en el contexto de las protestas contra el Gobierno, y afirmó que usará sus «capacidades» para defender a la institución.
El Ejército de Chile condenó este martes la irrupción de un grupo de manifestantes en un cuartel de la institución, considerado uno de los mayores centros de tortura de Latinoamérica durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1980), y aseguró que ante un nuevo ataque actuará «en legítima defensa«.
El hecho apuntando se produjo este 12 de noviembre, durante la jornada de huelga y marchas, cuando un centenar de personas movilizadas contra el Gobierno de Sebastián Piñera ingresó a la Escuela de Ingenieros del regimiento militar Tejas Verdes, ubicado en San Antonio, región de Valparaíso, y atacó con palos y piedras las instalaciones.
En la misma acción, los manifestantes prendieron fuego un camión, y, según la institución castrense, hirieron a una estudiante de la escuela militar.
Tras el episodio, el Ejército emitió un comunicado oficial para repudiar el ataque «injustificado». Y advirtió que si ocurrieren próximos ataques, en cualquier parte del país, «serán respondidos adecuadamente en uso de la legítima defensa«.
La declaración surge en medio de denuncias por graves abusos en el accionar represivo de las fuerzas de seguridad, algo que ha reconocido públicamente el propio presidente de Chile, Sebastián Piñera.
En los primeros años de la dictadura de Pinochet, el regimiento, conocido como ‘campamento de prisioneros Tejas Verdes’, fue utilizado para la detención, tortura y desaparición de personas, en su mayoría presos políticos.
También funcionó como centro de formación de los agentes de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), principalmente en técnicas de tortura y represión.