César Ovidio Largaespada Pallavicini
“El terror que nos impuso la intentona golpista del años 2018, nos ha ayudado a tomar más conciencia de qué es lo que nos une, de qué es lo que somos, de cuáles son los valores que tenemos como pueblo, qué significa amar y construir, qué significa odiar y destruir.”
• En el pasado 2019 se culminó la derrota del golpismo, los golpistas no han renunciado explícitamente a la violencia y al chantaje para obtener una salida inconstitucional, pero los tiempos y la correlación de fuerza interna los van obligando a disponerse para el proceso electoral del año 2021 o quedar reducidos a la irrelevancia política.
• En el presente año 2020, el gobierno y las fuerzas patrióticas de Nicaragua trabajarán para iniciar la recuperación económica del país a pesar de las eventuales sanciones económicas que nos imponga el imperio; para este fin se debe lograr el máximo nivel de eficiencia en la ejecución del Presupuesto General de la República. Se trata de una batalla decisiva para retomar la ruta del progreso social y restitución de derechos para las grandes mayorías de nuestra población.
• Se abre el escenario electoral del 2021, los actores políticos deben presentar programas, organizar sus aparatos partidarios y disponerse para la campaña; esta tarea resulta especialmente incómoda para el golpismo, pues para participar en la lucha política electoral deben reconocer la institucionalidad existente; las eventuales reformas a la Ley Electoral deberán discutirse y aprobarse en la Asamblea Nacional, su tesis del “cambio de régimen” entra en crisis. También resulta complicado para el golpismo la presentación de un programa, pues no tienen, o más bien sí tienen un programa muy sencillo: la proscripción del sandinismo y el desconocimiento de la institucionalidad creada por la Revolución Popular Sandinista, para pasar a situación de neocolonia de los gringos, como ocurrió en 1912 con el régimen de Adolfo Díaz y Emiliano Chamorro.
• Los últimos 13 años de gobiernos sandinistas han tenido un resultado espectacular, sin comparación en nuestra historia; la salud, la educación, la recreación, la seguridad pública, la infraestructura del país, la calidad de los servicios públicos alcanzadas son muy superiores al resultado de los últimos tres gobiernos neoliberales (Barrios, Alemán y Bolaños). El sandinismo demostró de lo que es capaz de hacer cuando gobierna en paz; ahora, de cara a las elecciones del 2021, hace falta acompañar estos resultados materiales con un resultado político, que la gran mayoría de nuestra población comprenda, interiorice que “esto es la Democracia de la que habla nuestra Constitución Política”, y que en consecuencia, “este es el gobierno más democrático de nuestra historia patria”. Lograr que los positivos resultados del gobierno se transformen en un respaldo consciente de las grandes mayorías de la población al gobierno del FSLN, es una operación de educación política que necesitará involucrar a todo el sandinismo; la meta es alcanzar una nueva victoria sandinista en el 2021, reafirmar la hegemonía revolucionaria en nuestra sociedad y crear una situación de no retorno a los tiempos neoliberales y de entrega de la nación a los gringos. Eso solo será posible con un voto unido, masivo, consciente del sandinismo y otros sectores patrióticos de la población.
• Los logros del gobierno sandinista deben interiorizarse en la conciencia de la mayoría de nuestra población y especialmente en los jóvenes como nuestras razones para renovar el respaldo político al gobierno que preside el Comandante Daniel Ortega, y anunciar con esperanza en el futuro. Lo hecho hasta hoy se puede hacer mejor si seguimos nuestro camino en paz. Se trata de informar y explicar cada logro gubernamental, reivindicarlo como hechos que democratizan la vida social y contrastarlo con los nefastos resultados de los últimos gobiernos neoliberales que negaron la democracia a las grandes mayorías de nuestro pueblo.
• A pesar de los innegables resultados del gobierno, la oposición ha logrado crear en una parte de nuestra población unas matrices de opinión peligrosas que fueron soporte del intento del golpe de Estado del año 2018; entre las principales tenemos: la ilegitimidad del gobierno sandinista y la negación de su carácter democrático; el desconocimiento y subestimación de los resultados del gobierno; señalamientos de corrupción generalizada en la administración pública actual; ubicarse como demócratas a pesar de que su conducta como oposición ha sido sediciosa y antidemocrática; desvincularse del hecho de que cuando gobernaron fueron un desastre en todos los aspectos; revestir la injerencia extranjera de legitimidad; identificar al gobierno sandinista con inestabilidad política y violencia y aislamiento internacional.
• Llegado este punto, debemos reflexionar. La política no solo se sustenta en razones y factores lógicos, también se sustenta en sentimientos y emociones que no obedecen necesariamente a factores racionales. El sandinismo debe reconocer que hay una parte de la población que no va a escuchar fácilmente nuestras razones; en ellos prevalecen sentimientos de dolor, rencor, odio, frustración que se han afirmado en su conciencia a partir de los trágicos sucesos del año 2018. Hay que llegar a ellos apelando con empatía a los mejores sentimientos en lo que coincidimos todos los nicaragüenses: el amor por la paz y la Patria, el rechazo a la violencia y la apuesta por mecanismos democráticos para dirimir nuestras diferencias políticas, las Comisiones de Paz tienen que jugar un papel determinante en esta tarea; misma que se vuelve más difícil porque la gran mayoría de su dirigencia se comporta como agentes de la agresión imperial.
• En cuanto a la población que apoya y se identifica con mayor o menor cercanía al gobierno sandinista, también requiere de hechos que generen sentimientos y emociones favorables para renovar su respaldo, a manera de ejemplo, la promoción de un dialogo interno y no solo un llamado a cerrar filas crearían sentimientos y emociones positivos que facilitarían la integración del sandinismo amplio a la defensa de la patria. Fortalecer y ampliar la unidad popular para multiplicar, superar prácticas excluyentes y autoritarias, integrar a todos los patriotas, provocaría sentimientos y emociones muy favorables para el sandinismo, es el camino para la victoria del 2021.
• Gracias a la estabilidad lograda en la seguridad y economía del país, en el presente año se presentan condiciones favorables para hacer cambios necesarios y correcciones en la administración pública, para combatir manifestaciones de corrupción y nepotismo que actualmente existen, estas medidas son especialmente urgentes en la administración de la justicia.
• La política imperial es un factor determinante en nuestra realidad política, así ha sido en nuestra historia, y así seguirá siendo. Buena parte del éxito del gobierno sandinista en estos 13 últimos años fue posible porque logró neutralizar la agresividad imperial hasta abril del 2018, lapso en el que el gobierno logró realizar las transformaciones sociales y económicas que hemos descritos. Por último, pero no menos importante, el gobierno sandinista debe seguir desarrollando una política exterior activa, de paz y cooperación con todos los gobiernos en todas las instancias de la comunidad internacional (OEA, ONU, ALBA, No alineados, etc.), de rechazo a toda injerencia extranjera conforme lo establece nuestra Constitución Política. En este campo marchamos cuesta arriba, pues las matrices del golpismo han tenido una divulgación exitosa en el exterior.
• Nicaragua celebrará en el 2021 el bicentenario de la Declaración de Independencia de 1821 y el 4 de mayo del 2027 el centenario de la irrupción del sandinismo como fuerza política en nuestra historia; nada más apropiado que una victoria sandinista en las elecciones de noviembre del 2021 para darle el realce a estas fechas históricas, eso es posible, eso es necesario, es lo que demandan los hermanos latinoamericanos de nosotros.
Managua, 13 de enero 2020
Nota: el autor es abogado y docente universitario.