* Previamente, fuentes militares estadounidenses anónimas afirmaron que los operativos tienen como objetivo «sofocar cualquier victoria propagandística» que Estado Islámico pudiera reclamar tras la nueva espiral de tensiones en Irak.
Militares estadounidenses estudian las destrucciones causadas por un ataque iraní con misiles en la base aérea de Ain al Asad, Irak, el 13 de enero de 2020.Qassim Abdul-Zahra / AP
El mayor general Abdul Karim Jalaf, portavoz del comandante en jefe iraquí, ha desmentido este jueves los reportes de que Bagdad hubiera autorizado la reanudación de operaciones militares conjuntas con EE.UU.
«El comandante en jefe de las Fuerzas Armadas no otorgó la aprobación para que el Ejército estadounidense reanudara sus operaciones en Irak», ha afirmado el militar a la Agencia de Noticias Iraquí, INA.
Previamente, el 15 de enero, The New York Times publicó al respecto que dos militares de EE.UU. habían confirmado al periódico, bajo condición de anonimato, la continuación de los operativos, que estarían dirigidos contra los restos del Estado Islámico «para reducir el impulso que el grupo pudiera tener y sofocar cualquier victoria propagandística que pudiera reclamar».
Poco después, AP corroboró la información, citando a sus fuentes en las Fuerzas Armadas estadounidenses, pero señaló que las operaciones conjuntas «no son todavía tan numerosas como antes». Asimismo, indicó que las tropas de EE.UU. no han reiniciado los entrenamientos de militares iraquíes, aunque «eso podría suceder relativamente pronto».
En cuanto al papel de Bagdad, una fuente de AP dijo que la reanudación de operaciones había sido discutida con oficiales locales, aunque no aclaró quiénes participaron en las negociaciones.
Retirada impugnada
El pasado domingo, tres días después del asesinado de Soleimani, el Parlamento de Irak condenó el ataque como una violación de su soberanía y aprobó una resolución que exigía al Gobierno nacional «poner fin a la presencia de cualquier tropa extranjera en suelo iraquí y prohibir [a los Ejércitos extranjeros] usar la tierra, espacio aéreo o aguas [de Irak] por cualquier razón». La jornada siguiente, el Gobierno iraquí anunció que la coalición «tiene prohibido realizar cualquier movimiento» en el territorio del país. En respuesta, Trump amenazó con imponer represalias, que «harán que las sanciones iraníes parezcan un poco aburridas».
El 10 de enero, el primer ministro iraquí, Adel Abdul Mahdi, solicitó al secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, que enviara a su país una delegación que formule el mecanismo para llevar a cabo la resolución del Parlamento. EE.UU. respondió que cualquier delegación estadounidense que fuera enviada al país árabe lo sería para debatir la alianza estratégica entre Washington y Bagdad, no para retirar sus efectivos.
Contrariamente a su posición anterior, este miércoles Mahdi afirmó que la resolución del Parlamento puede ser ignorada si así lo decide su gabinete. «Si tomamos la decisión de retirar a las fuerzas [extranjeras] de Irak, esta sería una decisión del Gobierno iraquí», declaró ante sus ministros, y señaló que si la acción tiene lugar no será de manera inmediata. Asimismo, recalcó la importancia de combatir el Estado Islámico que, según él, «ha comenzado a reorganizarse y planear invasiones y ataques».
Fuente: RT