Trump contra Twiter

Juana Carrasco | Juventud Rebelde

Ironía en las redes. ¿Acaso terminó la luna de miel y la complicidad entre el presidente Donald Trump (@realDonaldTrump) y Twitter? La egolatría y la soberbia del magnate es tanta, que se molestó porque la red social le aplicó notificaciones sobre la no veracidad de un par de tuits, y la frustración llegó al mandatario.

El presidente de EE. UU., Donald Trump, ha firmado este jueves una orden ejecutiva que toma medidas contra la censura de las compañías de redes sociales. Asimismo, anunció que buscará la emisión de una ley adicional al respecto.

Como él tiene poder, su disposición busca regular la Sección 230 de la legislación de internet de Estados Unidos, para eliminar el amparo de responsabilidad si las compañías de redes sociales actúan para censurar o editar el contenido.

El resto de los tuiteros que hemos sido censurados y expulsados por Twitter más de una vez, no tenemos ese privilegio, a pesar de que todos los que conozco en esta situación no hemos dicho una sola mentira cuando defendemos a nuestra pequeña isla caribeña de las campañas y las manipulaciones que sí ocupan las redes sociales, en las que se supone que hay libertad de expresión.

Pero Trump argumenta ahora que las empresas han tenido «poder incontrolado» para censurar y restringir. Además, se ha referido a los gigantes tecnológicos como «equivalentes a un monopolio». Irónico que diga lo que todos sabemos hace rato y que solo funcionaba para nosotros.

El problema es que a @realDonaldTrump se le ha ido la mano y sus ataques arañan a otros poderosos clientes de esas redes, que ahí sí que buscan el «equilibrio». A decir verdad, no creo que la trifulca haga llegar la verborrea al nido. Pero, ¡cómo se disfrutan los picotazos!

Twiter para atacar, no para ser atacado

Lo cierto es que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, amenazó con regular e incluso cerrar las redes sociales, luego de que Twitter calificó una serie de tuits del mandatario como información no verificada y dudosa.

Esa red señaló que los mensajes hechos por el magnate, cuestionando la legitimidad de la propuesta de votación por correo promovida por el estado de California, corresponden a mensajes de desinformación.

En los tuits, Trump aseguraba que la votación por correo en su país daría pie a falsificaciones y fraude, y acusaba al gobernador de California de enviar boletas diciéndole a la gente por quién votar.

El mensaje fue categórico. Debajo de los tuits publicados el martes, la plataforma colocó sendas etiquetas para que los lectores confirmen lo aseverado por el mandatario. Twitter, mediante un signo de exclamación de color azul, señala las publicaciones consideradas como falsas, e insta a los lectores a obtener información contrastada.

El manejo de internet y las redes sociales, especialmente Twitter y Facebook, ha sido señalado como uno de los factores que contribuyeron al triunfo de Donald Trump en las elecciones de 2016 en Estados Unidos.

Trump, quien es un asiduo cliente de la ahora cuestionada red social, con más de 80 millones de seguidores, convirtió a Twitter en su altavoz, lo mismo para burlarse de sus rivales, amenazar a otros países, que para declarar la guerra. Recordaremos el famoso tuit que casi desata la guerra con la República Popular Democrática de Corea.

Ha sido la plataforma para su ataque continuo a los medios de comunicación que no apoyan a su gobierno, para reírse del cambio climático y para sus comentarios racistas, entre otros insultos.

Ahora el «perro» se vira contra el amo y le aplica una fórmula parecida a la que han usado siempre para intentar silenciar a quienes defienden las causas justas de este mundo, censurados constantemente por esa red social.

Solo cuando siente la mordida en su mano, es que Trump se acuerda de la «sacrosanta libertad de expresión». Vivir para ver.

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