Origen y actualidad del Plan Cóndor

Fabián Escalante Font

La Doctrina Nacional de Seguridad de Estados Unidos, sustentada y alimentada por la doctrina Monroe y otros conceptos fascistas (Kissinger), fueron los padres de la operación Cóndor cuyo nombre, según el terrorista de origen cubano Antonio Veciana se debe al complot –así denominado por la CIA- para asesinar a Fidel Castro en ocasión de su viaje a Chile y después sirvió de cobertura para el sabotaje y derrocamiento del gobierno de Salvador Allende.

Estos operativos fueron dirigidos por el entonces jefe Latinoamericano de la CIA, David. A. Phillips, un personaje diabólico que participará en todas las agresiones a nuestros pueblos desde 1954 a 19751 y existen evidencias que también lo sitúan en el complot de asesinato del presidente Kennedy, por sospechas de la CIA de un eventual cambio de política hacia Cuba.

Cuba su ejemplo e influencia fueron las causas de aquel engendro, porque Latinoamérica cambio radicalmente después del triunfo de la Revolución de 1959. El combate a los movimientos de Liberación Nacional y progresistas antes, como ahora a la colaboración médica fueron los pretextos utilizados. Cuba ha sido y es el COCO de las oligarquías y el Imperio.

La operación Cóndor fue y sigue siendo, un mecanismo terrorista de estado, operativo, ilegal y clandestino, que opera dentro o con la colaboración de los militares y aparatos policiales regionales, para aniquilar a los movimientos de izquierda, progresistas y democráticos del Continente. Por su naturaleza es de ideología neofascista. Estados Unidos ha dirigido ayer y hoy tal estrategia, por medio de la CIA y otras organizaciones subversivas y delictivas (USAID, Mafias narcotraficantes).

Las bases de Cóndor utilizadas por la CIA fueron las dictaduras militares latinoamericanas surgidas en la segunda mitad del siglo XX, entonces encabezadas por Chile, Argentina, Uruguay, Paraguay, Bolivia, Brasil, Nicaragua, Honduras, El Salvador y Guatemala y con el apoyo tácito de las FF.AA. y aparatos policiales de Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela.

Hoy utilizan a los gobiernos derechistas que poco a poco se han ido instalando en la región, con los militares y represores de antes, que los gobiernos progresistas que los antecedieron mantuvieron, junto a un sistema legal corrupto que ahora los secunda para judicializar la política. Brasil es el ejemplo más notable.

Inicialmente Chile por medio de la DINA fue el organizador y gestor público del proyecto Cóndor, que entre sus objetivos se encontraba el intercambio de información y de prisioneros, además de las ejecuciones extrajudiciales de sus adversarios. La idea era aniquilar a todos los oponentes de izquierda. Solo en Argentina se calcularon más de 30 mil desaparecidos.

Un subproducto de Cóndor, fue la Operación Colombo que asesinó a 119 chilenos, muchos en cárceles de ese país, crímenes que hizo parecer mediante una hábil campaña de prensa como ajustes de cuentas debido a contradicciones internas dentro de las organizaciones revolucionarias de ese país.

Poco a poco, en los años siguientes, el ejército argentino por medio del batallón de inteligencia 601, fue adquiriendo mayor protagonismo al prestarse a organizar –por órdenes de Estados Unidos– el derrocamiento de los Sandinistas en Nicaragua, en una operación extraterritorial (Calipso) de proporciones nunca antes ejecutada. Se pudiera afirmar que aquella, fue la última guerra del siglo XX en nuestro continente, que causó más de 50 mil víctimas.

Para las ejecuciones externas, Cóndor acudió a los grupos terroristas de origen cubano asentados en Florida4. Los más importantes fueron Poder Cubano de Orlando Bosch y el Movimiento Nacionalista Cubano de Felipe Rivero y los hermanos Ignacio y Guillermo Novo Sampol. Estos elementos fueron dirigidos por Manuel Contreras y su especialista en terrorismo, el norteamericano y agente CIA Mike Townley.

Ellos fueron los responsables de los asesinatos del general Carlos Pratts y su esposa en Buenos Aires, el excanciller Orlando Letelier y su secretaria Roni Morffi en Washington, el democratacristisno Bernardo Leighton y esposa en Roma, Italia, el general boliviano Juan Jose Torres y más tarde de la desaparición, tortura y asesinato de los diplomáticos cubanos Crescencio Galañena y Jesús Cejas.

Después y actuando bajo la misma estrategia y el apoyo y dirección de la CIA, Poder Cubano encabezó el CORU devenida en coordinadora de los grupos terroristas de origen cubano en la Florida, los que en la década del 70 fueron responsables de 377 actos de terror en Estados Unidos y otros países, las bombas que asesinaron diplomáticos cubanos en Portugal y Canadá y finalmente el derribo del avión comercial cubano en Barbados.

Para el financiamiento de tales actividades Cóndor acudió al tráfico de drogas desde Colombia a Estados Unidos, según la Comisión investigadora del Senado Norteamericano. Por cierto, como también hoy se realiza con la incorporación de los cárteles mexicanos.

Investigadores en Estados Unidos y la región, responsabilizan a Cóndor con los asesinatos del general Omar Torrijos, en Panamá, del Presidente Jaime Roldós del Ecuador y del general Rafael Hoyos del Perú, debido a sus inclinaciones izquierdistas.

Hoy nuevamente resurge el fantasma de Cóndor en las actuaciones de las FFAA y gobiernos títeres de la región y el golpe de estado de los militares en Bolivia es el ejemplo más visible. Además, los militares poco a poco asumen posiciones “legales” de poder en gobiernos como Brasil, mientras en Paraguay se mantiene intactas las bases del poder del dictador Alfredo Stroessner, uno de los ejes de los eventos relatados, mientras que desde Colombia y el Perú se alienta el pacto fascista “el grupo de Lima” contra la Venezuela bolivariana.

Latinoamérica sufre hoy una agresión Imperial de nuevo tipo, o un nuevo plan Cóndor, mediante el cual numerosos gobiernos derechistas, imponen dictatorialmente sus políticas neoliberales destruyendo todos los instrumentos jurídicos colectivos antes creados e imponen la “ley del revolver” al mejor estilo del oeste yanki, bajo la mirada abúlica de los países del Mundo “desarrollado• y sus organismos políticos.

Cóndor ha sufrido una metamorfosis y lo que antes hacía clandestina e ilegalmente hoy lo realiza a la vista de todos. El golpe en Bolivia insisto, es el mejor ejemplo.

Impedir y frustrar tales pretensiones neofascistas es la tarea de todos los revolucionarios, demócratas y personas sensatas de nuestra región a menos que se pretenda regresar al pasado y contemplar nuevamente al Cóndor con sus garras destruir nuestros países, como ya sucedió en Brasil, Chile, Bolivia y Ecuador.

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