* Hace varios meses que la gente protesta regularmente en contra de las medidas para frenar el coronavirus. Una gran manifestación en Berlín adquirió dimensiones sin precedentes. ¿Quién los está movilizando?
Imágenes inusuales en Berlín. Las banderas ondeaban y se escuchaban los gritos en la plaza frente a la Puerta de Brandeburgo. «Somos la segunda ola» o «resistencia», exclamaban algunos. Inusual fue también la mezcla de los manifestantes. Un grupo heterogéneo de radicales de derecha, ideólogos de teorías de conspiración, activistas antivacunas y esotéricos. Bajo el polémico lema «Día de la libertad – el fin de la pandemia» se manifestaron en contra de las medidas adoptadas para frenar el coronavirus.
La cuestionable iniciativa «Inconformistas 711» había convocado por primera vez una protesta en Berlín. El grupo ya ha organizado manifestaciones en Stuttgart, las más grandes del país hasta ahora, con el apoyo de movimientos anti vacunación, entre otros. Miles de personas de otros estados alemanes respondieron al llamado y viajaron a Berlín. Según la policía, asistieron 20.000 personas.
Unidos en torno a teorías de conspiración
Banderas con negro, blanco y rojo ondeaban en la protesta. Esos colores corresponden a la antigua bandera imperial, un símbolo de la derecha. Estos grupos a menudo utilizan estos símbolos para demostrar su rechazo a la democracia alemana. A su lado marchaban o bailaban otras personas que llevaban carteles con las palabras «paz», «Jesús vive» y banderas de arco iris.
En medio de todo esto, algunas familias y personas que simplemente no creen en las medidas para contener el coronavirus. Pero las diferencias ideológicas no parecían molestar a nadie. Y por muy heterogéneo que sea el grupo, estas personas se unen para rechazar las medidas del gobierno. Muchos también sienten una profunda desconfianza hacia los medios de comunicación. Una periodista de DW fue muchas veces insultada, acosada y se le pidió agresivamente que se quitara la mascarilla.
Gates quiere implantar microchips
Algunos carteles y pancartas de los manifestantes dejan en claro el mensaje. En ellos se niega la existencia del virus. Creen que es un engaño a gran escala o que el gobierno alemán quiere convertir al país en una dictadura. Algunos llevaban estrellas judías en sus ropas con la frase «no vacunado». De esta forma, los opositores a las vacunas se comparan con los judíos perseguidos por el nacionalsocialismo y ven la situación actual como una supuesta dictadura y un «fascismo de la vacunación».
También se vieron pancartas con el mensaje «No le des una oportunidad a Gates» en referencia a la campaña «No le des una oportunidad al SIDA» del Gobierno Federal. Esta teoría de conspiración propaga que el fundador de Microsoft, Bill Gates, quiere que toda la gente sea vacunada a la fuerza y así implantar microchips.
El poder de las redes digitales
La primera manifestación contra las restricciones del coronavirus fue iniciada hace cuatro meses por el experiodista Anselm Lenz, cercano a la izquierda, quien sostiene que el Estado se ha «aliado con las empresas farmacéuticas y digitales para abolir la democracia».
Apenas 40 personas llegaron a esta primera reunión en la Plaza Rosa-Luxemburgo de Berlín. Un mes más tarde hubo unos mil participantes, y ya desde ese entonces se levantaron pancartas de «no le des una oportunidad a Gates», y se habló de una «dictadura de la vacunación».
En un canal de YouTube de 490.000 suscriptores, Ken Jebsen, un expresentador de radio despedido en 2011 por declaraciones antisemitas, difunde la información de que Bill Gates supuestamente se infiltra en la Organización Mundial de la Salud (OMS) para ganar dinero con una vacuna. El video recibe aplausos de sus seguidores, se distribuye en masa y recibió tres millones de visitas en una semana.
Bill Gates es también un enemigo para Attila Hildmann, quien es conocido por ser autor de libros de cocina vegana. Luego de unas semanas se convirtió en un negador de la existencia del coronavirus. Después de que Instagram bloqueara su contenido, él se trasladó a Telegram junto con 68.000 personas que lo siguen. Aquí, Hildmann llama a Bill Gates un satanista, a Angela Merkel una marioneta de China y pide el uso de armas para defenderse de las regulaciones del coronavirus si es necesario.
«Luchadores por la libertad”
Los ideólogos de la conspiración construyen un enemigo en común. Ellos son principalmente el Estado alemán, Bill Gates o la llamada «Conspiración Mundial Sionista». Y en su mundo de medios alternativos, las burdas teorías se coordinan y algunas de ellas encajan perfectamente.
Cuando las 20.000 personas siguieron el llamado de la iniciativa «Inconformistas 711», desde Stuttgart, Jebsen y Hildmann transmitieron en vivo en sus canales y elogiaron a los «luchadores por la libertad». Al igual que los organizadores, difundieron una cifra exagerada de asistentes, de más de un millón de personas.
Fuente: dw.com