El martes, Estados Unidos registró más de 60.000 casos nuevos y más de 900 muertes por coronavirus, a medida que un tercer aumento de los contagios en el país parece proclive a superar a los dos picos anteriores.
Ese mismo día, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades anunciaron que la cifra total de personas que han fallecido debido a todas las causas de muerte en Estados Unidos en lo que va del año supera el número previsto en alrededor de 300.000 muertes. En este momento, 31 estados cumplen los requisitos para que se los clasifique como “zonas rojas”, según las políticas del equipo de respuesta al coronavirus de la Casa Blanca.
En el estado de Nuevo México, la gobernadora Michelle Lujan Grisham impuso nuevas restricciones que afectan a tiendas minoristas, restaurantes y bares, al tiempo que los casos de COVID-19 han ocupado más del 80 % de las camas de hospital para adultos del estado.
Los funcionarios de salud han ordenado a los estudiantes de la Universidad del estado de Michigan que se pongan en cuarentena en sus hogares y dormitorios después de que se identificara que fiestas celebradas fuera del campus universitario son la causa de más de la mitad de todos los nuevos casos de coronavirus en la ciudad de Ann Arbor.
El martes, un comité de la Cámara de Representantes sobre la crisis del coronavirus publicó informes de la Casa Blanca que revelan que el Gobierno de Donald Trump ha estado al tanto durante más de un mes de un aumento alarmante de casos en todo el país.
Durante este mismo lapso de tiempo, el presidente le restó importancia a la gravedad del coronavirus públicamente, se enfermó de COVID-19 y mantuvo eventos de campaña abarrotados que contribuyeron a la propagación de la enfermedad.
Fuente: democracynow.org