Milagros Pichardo | Granma
América Latina, región pobre y desigual, marcada por varias convulsiones sociales en este 2020, con cifras escalofriantes de contagios y fallecidos por la COVID-19, suma durante el último trimestre del año varios procesos electorales que pueden reconfigurar el mapa político.
Bolivia, luego de ser dominada por casi un año por un gobierno de facto, el Movimiento al Socialismo (MAS) obtuvo un sonado triunfo el pasado 18 de octubre.
La dupla ganadora, Luis Arce y David Choquehuanca, cuenta con el apoyo de la mayoría de los bolivianos, pero tiene por delante retos angulares como el de sacar a un país sumido en una compleja crisis económica, sanitaria y social; así como lidiar con las clases que respaldaron el golpe de Estado de 2019 contra Evo Morales y prestar especial atención a los sectores de las Fuerzas Armadas y los cuerpos de seguridad, aliados al derrotado gobierno de facto.
En una votación histórica, el pasado 25 de octubre los chilenos dieron el sí, en aplastante mayoría, para dejar atrás una Constitución de la época de Augusto Pinochet. De acuerdo con el Servicio Electoral (Servel) de ese país, con un 78 por ciento de los votos a favor del Apruebo, Chile inició un inédito, pero largo camino hacia una nueva Constitución que, por primera vez desde el golpe de Pinochet, será redactada por una asamblea elegida por el voto popular.
Ahora les queda el desafío de desarrollar este proceso de forma tranquila y en paz, aunque la redacción de una carta constitucional no representa por sí sola un cambio en la distribución del poder, sobre todo en un Chile tan desigual, donde solo el 1 % de la población acumula el 25 % de la riqueza generada en el país, de acuerdo con un informe de 2017 del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
El 5 de noviembre se celebraron las elecciones en San Vicente y las Granadinas, donde Ralph Gonsalves, por el Partido Laborista Unificado (ULP), fue electo por amplia mayoría como Primer Ministro de esa nación.
Como dato relevante, es la primera vez que un partido político gana allí cinco elecciones generales consecutivas, lo que demuestra la eficiencia de las gestiones de gobierno, explica Telesur. En esa isla caribeña se continuarán aplicando políticas públicas en favor de la población y se seguirán ampliando las ya fructíferas relaciones de San Vicente y las Granadinas con Cuba, Venezuela y Nicaragua.
Brasil irá a las urnas el próximo 15 de noviembre para elegir nuevos alcaldes y concejales en 5,569 municipios, de acuerdo con las cifras del Tribunal Superior Electoral de ese país.
El escenario impuesto por la pandemia de la COVID-19 obligó a posponer, de octubre para noviembre, estas elecciones, que por primera vez tienen una masiva presencia en el mundo virtual. Resulta interesante la confrontación existente actualmente entre las autoridades municipales y el presidente ultraderechista Jair Bolsonaro, respecto a las medidas de aislamiento social y el manejo del nuevo coronavirus.
Habrá también elecciones parlamentarias en Venezuela el venidero 6 de diciembre. Ese día, bajo todas las normas de bioseguridad y luego de un extenso periodo de presiones externas, se renovarán todos los escaños de la Asamblea Nacional.
Los venezolanos podrán elegir a los miembros de un Parlamento que verdaderamente los represente, no como la Asamblea Nacional en desacato que ha intentado deslegitimar y boicotear la gestión del gobierno de Nicolás Maduro.
El consejo electoral destacó que en los comicios podrían participar 107 partidos políticos validados y que están habilitados para participar 20,733,941 votantes.
Ante esta democrática postura que refrenda la Revolución Bolivariana, no sorprende el enviado especial de EE. UU. para Venezuela, Elliott Abrams, quien señaló que seguirán apoyando al opositor Juan Guaidó después de enero de 2021, y que no reconocerán los resultados de las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre.