La careta de “defensor de los derechos humanos” con que se cubre Álvaro Leiva para echarse a la bolsa centenares de miles de dólares provenientes de países injerencistas como Estados Unidos y miembros de la Unión Europea, ha vuelto a caer una vez más tras conocerse nuevas denuncias sobre los abusos que comete con su misma gente.
El año pasado Leiva fue denunciado por tres integrantes de la Junta Directiva de la ANPDH –tan derechistas y antisandinistas como él-, por haberse robado más de medio millón de dólares provenientes de fondos proporcionados por la National Endowment for Democracy (NED) del gobierno de Estados Unidos.
Los mismos compinches de Álvaro Leiva dijeron esa vez que a fin de congraciarse con los gringos y acelerar la caída del gobierno del presidente Daniel Ortega, había inflado las cifras de víctimas opositoras durante el fallido golpe de Estado de 2018.
Esta vez son los mismos jóvenes participantes en la sangrienta aventura golpista de hace dos años, los que se vuelven en contra de Leiva y lo acusan por explotación laboral y maltrato pese a que, según ellos, se entregaron a tiempo completo en la lucha que en parte lideraban la ANPDH y otros grupos de “derechos humanos” como el CENIDH y la CPDH.
En defensa del nuevo denunciante, cuyo nombre es Jhoswell Antonio Martínez, se pronunció el connotado golpista Yaser Morazán, quien antes y durante el frustrado golpe de Estado preparó a decenas de jóvenes en técnicas virtuales para difundir noticias falsas a través de las redes sociales.
«Hoy después de 2 años y 15 días he decidido romper el silencio y denunciar públicamente que el Dr. Álvaro Leiva Sánchez es un violador a Derechos Humanos, siendo yo una de sus víctimas», dice Martínez.
Después de cooperar con Leiva y su empresa de «derechos humanos», el denunciante señala: «Ya llegó el día más grave de todos, nuestro exilio por amenazas y orden de captura. Se me informó que nos íbamos del país y se hizo el viaje. (El viaje es una historia aparte, pero hay que comentar que nunca abandoné las denuncias de la gente). Justo en Costa Rica todo cambió para mal mío, con explotación laboral y maltrato».
Indicó que no habló antes por el miedo que le tenía a Leiva y a José Luis Rodríguez, de la ANPDH, a quien describe como un «ogro» agresivo y odioso.
Una de las amenazas que le hacía Álvaro Leiva, aseguró, era que lo deportaría de inmediato hacia Nicaragua.
Era tal el miedo que llegó a infundirle el dueño de la ANPDH, que temblaba con solo recibir una llamada de Leiva y resiente el conocer que su victimario ganó un premio como el «mejor defensor de Derechos Humanos de 2020».
«Es un violador de derechos humanos, y gana un premio de derechos humanos, es algo ilógico de mi parte», dijo en su denuncia.
Esta es la nueva denuncia en contra de Álvaro Leiva, de la ANPDH: