Correo del Alba
La Unión Europea (UE) se niega a reconocer la legalidad y transparencia de las próximas elecciones parlamentarias que se realizarán en la República Bolivariana de Venezuela el venidero 6 de diciembre. El organismo internacional continúa con la política nefasta de Washington en contra de la soberanía y autodeterminación del pueblo venezolano.
Para esto han cometido acciones absurdas, que violan las leyes internacionales, que carecen de todo razonamiento lógico:
1) Reconocer como Presidente de un Estado a un diputado autoproclamado en una plaza pública, que ha instado a la aplicación de sanciones en contra de su propio país, implicado en acciones violentas y golpes de Estado en contra del gobierno venezolano y actualmente asociado a hechos de corrupción.
2) Desconocer los procesos electorales llevados a cabo en Venezuela, celebrados democráticamente y con respeto de la pluralidad, con observadores internacionales y una participación popular que ni aún en la más consolidada de las democracias del viejo continente es tan contundente comparable.
3) Desconocimiento del candidato ganador de los comicios presidenciales de Venezuela, específicamente las elecciones de mayo de 2018, que dieron como ganador al actual presidente en funciones, Nicolás Maduro. En un reiterado leit-motiv la UE, sin evidencias, calificó el proceso electoral de ilegal, aunque es de conocimiento público que los resultados no satisficieron las apetencias de la administración Trump.
4) No reconocer las sanciones económicas y financieras que abierta y públicamente ha impuesto Estados Unidos en contra de Venezuela y que, de acuerdo a diferentes informes de expertos, atentan contra el pueblo venezolano y han desmejorado la vida de millones de personas.
5) Implementar medidas coercitivas por parte de la UE en contra de Venezuela, para secundar la política llevada a cabo por Trump. Cabe reseñar que estas sanciones en contra del país suramericano fueron renovadas recientemente hasta el 2021.
Como colofón, la UE y su élite liberal democrática, de cara a los comicios parlamentarios para renovar la Asamblea Nacional venezolana, se niega a reconocer la legalidad, pluralidad de participación y transparencia del ejercicio electoral que se llevará a cabo de forma casi totalmente automatizada, a través de un proceso que verdaderamente permite la participación protagónica de millones de ciudadanos y ciudadanas, quienes elegirán a sus próximos parlamentarios y parlamentarias con una votación directa y no a través de retrógrados colegios electorales.
Una firma por el respeto de los pueblos
En contra de la postura de Bruselas, los movimientos sociales en solidaridad con Venezuela de manera espontánea llevan a cabo la iniciativa de “La Unión Europea debe respetar el resultado de las elecciones del 6D en Venezuela”, con una firma digital los lectores y lectoras se pueden sumar a esta petición la cual se encuentra en seis idiomas diferentes.