El Ministerio de Gobernación de Nicaragua canceló ayer los registros de seis Organismos No Gubernamentales (ONG), por incumplir sus obligaciones conforme las leyes del país. Entre los sancionados figuran entes abiertamente injerencistas financiados por el gobierno norteamericano y la Unión Europea.
Las ONG gringas cuyo registro fue clausurado, son el International Republican Institute (IRI), National Democratic Institute for International Affairs (NDI) y Helping Hands The Warren William Pagel M.D. Fundation.
Las ONG europeas a las que el Ministerio de Gobernación aplicó la ley son la Fundación Oxfam Intermon (España), Oxfam Ibis (Dinamarca), y Diakonia (Suecia), según la resolución publicada en el Diario Oficial, La Gaceta.
El Ministerio de Gobernación (Mingob), indicó que esas ONG incumplieron sus obligaciones legales y obstaculizaron «el control y vigilancia» respecto de sus estados financieros y de la recepción origen y beneficiarios de sus donaciones.
Con esta decisión, todos los bienes y activos de las ONG serán liquidados conforme los estatutos de constitución de cada organismo o pasarán a ser propiedad del Estado. En 72 horas deben presentar sus libros contables, de actas y registro de miembros.
Las ONG, con varios años de estar en Nicaragua, usaban como fachada para operar la presunta asistencia a comunidades en defensa de derechos humanos, medio ambiente, salud, educación y otros. En realidad, los millones de dólares que repartían a organismos de la autodenominada “sociedad civil” estaban dirigidos a la desestabilización del país con miras a derrocar al actual gobierno.
El punto crítico de la intromisión de las ONG sancionadas por incumplir las leyes de Nicaragua ocurrió en 2018, cuando las ONG arriba mencionadas y otras no incluidas en el cierre, financiaron un cruento intento de golpe de Estado que dejó más de 200 muertos, entre los que se incluyen 23 policías y decenas de militantes y simpatizantes sandinistas.
El financiamiento a ONG locales, disfrazadas como inocentes organismos ciudadanos dedicados a ayudar a los necesitados, es una de las principales formas de injerencia norteamericana y europea para desestabilizar a gobiernos que han optado por la autodeterminación.
Casualmente, los dueños de ONG opositoras que participaron en el frustrado golpe de Estado de 2018, son familias oligárquicas o agentes entrenados en Estados Unidos que tras ser derrotados en los tranques, se apresuraron a acercarse a partidos políticos ya establecidos con la intención de convertirse en candidatos para las elecciones de noviembre de este año y de paso asegurarse algún tipo de inmunidad.
La mayoría de ellos fueron rechazados por los partidos políticos y no dejaron nunca de rogar a Estados Unidos que sancionara o interviniera militarmente a Nicaragua para devolver el poder a los grupos económicos dominantes, lo que provocó su detención por violentar las leyes.